La crisis de bancos en Estados Unidos, la inseguridad y la crisis política plantean a Ecuador un momento incierto en materia económica. Felipe Larraín, director del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la Universidad Católica de Chile y exministro de Hacienda en los gobiernos del expresidente chileno Sebastián Piñera, conversó con EXPRESO sobre los riesgos que afronta la región y Ecuador en medio de las turbulencias locales y externas que deben mirar los países con atención. 

Larraín estuvo en días pasados en el Congreso Internacional de Economía y Banca, organizado por la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca), para hablar de perspectivas para 2023.

- ¿Cómo puede afectar el problema de los bancos que han quebrado en Estados Unidos en América Latina?

- Creo que pueden haber coletazos. Para mí no es claro que esto haya terminado. En primer lugar, un escenario de tranquilidad respecto a la crisis bancaria permite que la economía norteamericana se recupere mejor. Lo que ya ocurre con la crisis bancaria es que ya se ha restringido el crédito. Eso de alguna manera sustituye el aumento de las tasas de interés por parte de la FED (Reserva Federal de Estados Unidos).

- ¿Qué sectores podrían verse más afectados?

- Esto significa menor crecimiento de Estados Unidos. Tenemos menor crecimiento de un socio comercial, que es importante, menor demanda por las exportaciones de nuestros países. Pero más allá de lo comercial también está lo financiero. En materia financiera, tenemos más restricciones al crédito en general. El primer contagio se puede dar por el lado comercial, exportaciones, en fin, la demanda por nuestras exportaciones. Otro contagio puede darse por la salida de capitales de la región ante el menor apetito por riesgo. También nos puede perjudicar atraer más capitales.

- En este complejo escenario, ¿cómo pueden financiarse países como Ecuador que ya tienen problemas para acceder a crédito?

- En una situación de crisis, hay países que van a seguir teniendo acceso en condiciones más caras en los mercados voluntarios, pero hay países que van a perder ese acceso, directamente y les va a quedar de opción los créditos bilaterales y de multilaterales. Países como Argentina están excluidos de deuda de los mercados, Ecuador también está excluido. La gran paradoja de Ecuador es que ha tenido una mejora de los indicadores económicos y un deterioro en el riesgo país. Y eso se debe al mayor riesgo político y a la inseguridad.

- La política y la inseguridad están pesando en el mayor riesgo país...

- Tenemos la inestabilidad social, que es parte del tema político. Yo recuerdo las paralizaciones, los bloqueos de vías del movimiento indígena le costaron bastantes puntos en ese indicador de riesgo país a Ecuador. También el problema político de hoy día donde el futuro es incierto. Los ejecutivos extranjeros que vienen y quieren instalarse en el país miran la situación de inseguridad personal y les cuesta más. Un factor para atraer inversión extranjera es la seguridad personal.

- ¿Por más buenas cifras macroeconómicas que tenga el país, la situación de inseguridad puede desalentar?

- Exactamente. Vuelvo al tema de la paradoja de la mejoría de los indicadores macroeconómicos, pero el aumento del riesgo país. Si mejora la incertidumbre política y los temas de seguridad podríamos avanzar fuertemente.

- Ecuador buscaba ingresar a la Alianza del Pacífico, pero su situación se complicó ¿Cómo mira al bloque comercial?

- La Alianza del Pacífico fue en su momento una institución supranacional donde había más movimiento. Hoy día está aletargado por temas políticos, por disputas de México y Perú.    No se ha querido traspasar la presidencia pro témpore y eso ha generado tensiones. Para mí este pacto, este acuerdo, entre estas cuatro naciones podría ser mejor aprovechado. Yo miraba con mucho interés el ingreso de Ecuador al grupo, pero no sé si se suspendió o paró el acuerdo comercial con México.