Los niveles de plomo en ciertos alimentos deja sus primeras afectaciones. El ministro de Salud Pública (MSP) confirmó este 5 de abril la presencia de este metal pesado en la sangre de 12 pacientes (con más de 5 microgramos) quienes, aclaró, se encuentran en un estado estable.

La contaminación de ciertos alimentos con plomo llegó a conocerse en Ecuador gracias a una investigación que la FDA de Estados Unidos hizo pública en noviembre del 2023, en la que se advertía al Arcsa sobre el hallazgo de este metal pesado en la canela molida y luego en productos que usan esta especie. No obstante, ayer Franklyn Encalada, ministro de Salud, minimizó su impacto aduciendo que sus efectos dependen del nivel de exposición. “Hay afectaciones graves, pero siempre y cuando se trate de personas que viven en constante exposición como quienes trabajan con pintura, o en gasolineras. No los que consumieron salsas de tomate o conos de helado”, dijo la autoridad que, sin decirlo, expone la necesidad de mejorar las pruebas que ayuden a identificar y medir la incidencia del plomo en la población ecuatoriana.

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Cinco meses después de la alerta de la FDA ha tenido que recurrir a la Academia. Este 5 de abril, en conjunto con el Instituto Nacional de Salud Pública e Investigación (Inspi), la Universidad Bolivariana del Ecuador, la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y la Universidad Politécnica Salesiana se anunció una investigación colaborativa con el fin de analizar muestras de más de 10.000 ciudadanos hasta los 25 años, y conocer a ciencia cierta cuál ha sido la afectación del plomo en la ciudadanía, para en base a estos resultados -que prevén tenerlos en un año-, promover políticas públicas y estrategias pertinentes para prevenir la ingesta de estas sustancias nocivas.

Lo que se ha hecho es concretar un pedido que nació de la propia industria, ante las deficiencias que venía demostrando la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), que sin recursos y tecnología suficiente, admitió en un inicio no darse abasto para el control. EXPRESO ha intentado en más de una ocasión hablar con sus directivos sobre el tema, pero no ha habido una respuesta.

Desde la advertencia de la FDA, Arcsa ha podido identificar 10 marcas de alimentos afectadas. No obstante, nada se dice sobre el riesgo en otro tipo de oferta como cosméticos y artículos de higiene. Christian Wahli, presidente de la Asociación de Fabricantes Alimentos Y Bebidas (Anfab), habla de la necesidad de mejorar en los campos de análisis y evaluación de riesgo. Pero no se fían. Acota que es necesaria la intervención de la industria privada, razón por la que ha insistido a Arcsa adoptar la Inteligencia Artificial (IA) en las labores de las industrias.

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Wahli explica que la semana pasada se han llevado a cabo charlas con representantes de Google, que ve gran interés en el mercado ecuatoriano, para instalar un sistema de vigilancia y control más automático y eficaz, usando la IA para generar los informes pertinentes de los productos. Wahli explica que ya se han dado varias charlas, de tal manera que se involucre a Arcsa dentro de los planes, y se pueda extender los beneficios de esta tecnología hasta ellos.

Wilson Tenorio, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, cree que en un contexto en donde no se tiene suficiente estudio y data no es oportuno minimizar este tema. Destaca el esfuerzo que hace la Academia, aunque aclara que su éxito dependerá de los recursos que se tengan (profesionales acreditados y equipos). De lo contrario, sentencia, este sería un proyecto en vano. 

• Intervención

El ministro de Salud señala que en 10 marcas (de 7 empresas) se encontró la presencia de plomo. Una vez que se evidenció este escenario, indica que se ordenó incinerar los lotes afectados y se procedió a remover el sistema de etiqueta sanitaria que poseían cada una de las marcas.

• Procedimiento

Entre las posibles hipótesis que maneja la FDA para que lleguen los alimentos de esta manera, explica que la pobre manipulación de alimentos para abaratar costos podría ser un causante. También se cree que estos elementos se ven afectados no desde su origen, sino durante la cadena de intermediarios por la que pasan.

 

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