Aprovechar al máximo la planta del banano es una de las metas de la agroindustria de esta fruta. Para evitar los desperdicios se está utilizando hasta el tallo, del cual sacan la fibra con la que se elaboran diversos productos artesanales.

En la XIX convención Banana Time 2022, que se realiza en Guayaquil, participa la Asociación de Mujeres Agroartesanales, de varios cantones y parroquias de la provincia de El Oro. Este grupo, formado por 33 damas, ha realizado su primera exportación de sombreros a Holanda, dijo a Diario EXPRESO Carla García, miembro de la agrupación.

Agregó que de un tallo salen dos sombreros tipo estándar. El tejido es manual y el proceso dura entre 3 y 4 días con un trabajo de 8 horas. El artículo se lo vende entre 33 y 60 dólares, dependiendo del modelo y la calidad de la fibra.

En esta misma ruta de aprovechar de la mejor manera incluso la fruta, la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, junto al clúster en la exposición que se realiza en Guayaquil, va a replicar la feria gastronómica con chefs, así como lo hicieron en el Banana Road Show en París y Madrid meses atrás. El director ejecutivo de AEBE, José Antonio Hidalgo, indicó que lo que buscan es generar nuevas oportunidades que promuevan la reactivación y transformación de la industria de las musáceas.

En la convención también se están realizando charlas magistrales. Las de ayer abordaron el tema de la responsabilidad compartida, que implica que los supermercados también asuman el gasto que implica tener una fruta orgánica y sostenible. También se trató sobre el impacto de la ley de la Unión Europea que demanda menos pesticidas y responsabilidad social.

En el último punto, Ecuador va con un pie adelante, porque en las haciendas a los colaboradores se les hace un pago de salario justo, afirmó Francisco Rivadeneira, exnegociador del acuerdo comercial entre Ecuador y la UE.

Para Benjamín Paz, experto en el mercado del banano, este sector está en la etapa de corrección, en el sentido de que siembra en función de lo que se puede vender.

“El país está produciendo 380 millones de cajas, con eso solo puede abastecer al mercado europeo. Entonces tiene que haber ajuste entre la oferta y la demanda. Lo que se requiere es prudencia en cuanto a cómo crecer”, explicó Paz.

El principal cliente del guineo ecuatoriano es Europa. Incluso en Alemania comen más banano que manzana, fruta que ellos producen. Allá un kilo de banano cuesta 1,40 euros, precisó Bjoern Willms, asesor técnico de proyectos sostenibles de GIZ. Agregó que pese a esta preferencia, ahora se está comprando menos por la crisis económica que ha generado el conflicto de Rusia y Ucrania. En efecto, hasta septiembre de este año hay una caída del 8,98 % en el número de cajas exportadas, que también se atribuye a una menor producción. No obstante, sigue siendo el segundo producto no petrolero del país que más vende al mundo.