Los mercados amanecieron “eufóricos”, tras el triunfo del candidato presidencial Joe Biden en Estados Unidos y el anuncio de Pzifer de una vacuna contra la COVID-19 con un 90 % de efectividad. Así resumió la jornada económica de ayer el analista José Javier Orellana, agregando otro dato contradictoriamente optimista: el debilitamiento del dólar.

El pasado 6 de noviembre, la moneda norteamericana sufrió su caída más alta desde marzo frente a una canasta de seis monedas representativas, entre las que están el euro y el yen. El índice dólar, que mide el desempeño de esta moneda, bajó 1,91 % en una semana, una tendencia que se ha mantenido y que los expertos atribuyen a un descenso en el rendimiento de los bonos del Tesoro y un repunte de acciones y activos más riesgosos. Pese a ello, la situación beneficia al país, principalmente a las exportaciones.

“Dentro de nuestras exportaciones, el mercado donde más hemos crecido es la Unión Europea y competimos con países que no cuentan con el dólar. La situación facilita la exportación de productos como el camarón, el banano y el cacao, pues equilibra los términos de competencia y los vuelve más accesibles”, indicó Orellana.

Este agregó que la medida también beneficia a las industrias locales porque, frente a mercados emergentes como el colombiano, vuelve más caras esas importaciones y da un empujón al consumo local.

Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación de Exportadores (Fedexpor), coincide en que la situación es un beneficio para el sector, pero agrega que es una ayuda muy pequeña, que debe ser potenciada con una agenda comercial y por tratados, principalmente con Estados Unidos.

“Si bien esto logra que haya un mayor poder adquisitivo para la compra de nuestros productos, eso solo nos beneficia con otros mercados, no con el norteamericano, que es nuestro mayor socio comercial, donde la balanza queda neutra. Lo que necesitamos urgentemente es trabajar en un tratado, con el que estamos atrasados quince años por temas políticos”, subrayó.

Este añadió que la reunión del Consejo del Comercio e Inversión (TIC) de Ecuador y Estados Unidos, que se realiza hoy, es vital para la economía del país. “La idea es trazar una hoja de ruta hacia un acuerdo. La aprobación de los aranceles 0 % para las rosas fue un paso en esta dirección, y esto es lo que realmente beneficiará a nuestros productos”.

Con él concordó José Hidalgo Pallares , titular de la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes), quien calificó de “optimista” el beneficio que el debilitamiento del dólar podría tener para el país.

El experto agregó que la situación también ha conllevado un fortalecimiento en las monedas de Colombia y de Perú, que han ganado competitividad en los mercados.

“Aún es muy pronto para asegurar un repunte de las exportaciones no petroleras a largo plazo. Se debe apostar por una competitividad sostenible, que no dependa de estas variaciones del mercado”, expresó.

Para ello, señaló que es vital que el país abarate los costos de producción y firme acuerdos comerciales.