Daniel Noboa busca renegociar la deuda con China: ¿Qué significa para Ecuador?
La renegociación de la deuda con China ha sido una práctica recurrente en los últimos tres gobiernos
Durante su visita oficial al gigante asiático, el presidente Daniel Noboa anunció que Ecuador mantiene conversaciones para renegociar la deuda bilateral con China, actualmente por debajo de los $4.000 millones, según el jefe de Estado. El objetivo es obtener mejores condiciones de pago sin aumentar los montos.
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“Lo que estamos buscando es reperfilar la mente de deuda, que es mejores condiciones, especialmente a corto plazo. Porque con ese reperfilamiento lo que podemos lograr es mayor obra pública, mayor asistencia social, tener libre espacio en el presupuesto para atender y generar mayor crecimiento económico para todos los ecuatorianos”, afirmó el mandatario.
Además, el presidente Noboa señaló que una mejora en los términos de la deuda también podría reducir el riesgo país. “A menor exigencia de pagos en el corto plazo, mejora nuestra capacidad de repago y manejo de fondos”, explicó. Noboa dijo que las conversaciones con el gobierno chino están en marcha y que la parte china “no lo está viendo mal”.
Para Fernando Peralta, analista económico, esta medida es “acertada, oportuna y beneficiosa”, siempre y cuando la intención de renegociar los términos de la deuda esté orientada a mejorar el perfil fiscal de corto plazo. “Ofrece un alivio financiero temporal para las finanzas públicas”, refirió.
La deuda con China representa menos del 10 % del endeudamiento total del país, según el Gobierno. Además, está atada a proyectos como la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair y a esquemas de preventa petrolera.
¿Qué significa para la economía de Ecuador renegociar la deuda con China?
El analista agregó que reperfilar la deuda significa extender los plazos de pago, lo que reduce el monto anual que el Estado debe desembolsar. “Eso puede permitir liberar recursos que ayuden a enfrentar el déficit fiscal (…) Si también se mejora la tasa de interés, el impacto sería aún más positivo”.
La ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, en una entrevista anterior expresó que el déficit estimado para este 2025 se situará en $3.000 millones. Aunque José Hidalgo, director general de Cordes, señaló a inicios de junio de 2025 que podría llegar hasta los $5.000 millones.
El refinanciamiento de la deuda, sin embargo, no puede repetirse indefinidamente porque se acumulan intereses y al final el fisco termina pagando mucho más por el mismo capital. “Es como pagar solo el mínimo de la tarjeta de crédito”, comparó Peralta.
Además, Peralta sostuvo que esta medida debe venir acompañada de una estrategia clara de sostenibilidad, porque Ecuador no puede vivir de renovación en renovación. El Estado necesita una política fiscal disciplinada, un presupuesto equilibrado y, a futuro, un superávit primario para lograr un manejo sostenible de las finanzas públicas.
¿Cuántas veces ha renegociado Ecuador su deuda con China?
La decisión del presidente Noboa de renegociar la deuda con China no es nueva. Los últimos tres gobiernos (incluido el actual) han apostado por esta figura:
- En 2020, el entonces presidente Lenín Moreno, en medio de la pandemia del covid-19 y el colapso de los precios del petróleo, renegoció con los bancos chinos (China Development Bank y Eximbank).
- En septiembre de 2022, el gobierno del expresidente Guillermo Lasso anunció un acuerdo con China para reestructurar $3.200 millones en deuda. La renegociación incluyó:
- Ampliación de plazos de pago (entre 3 y 6,5 años adicionales).
- Reducción de las tasas de interés.
- Reprogramación de envíos de petróleo asociados a contratos con Petrochina y Unipec.
¿Por qué Ecuador mantiene una deuda con China?
Los contratos y financiamiento con China tuvieron un repunte durante el gobierno del expresidente Rafael Correa. Entonces, se firmaron decenas de contratos de financiamiento, muchos de ellos condicionados a la venta anticipada de petróleo, práctica conocida como preventa de crudo, que fue observada años después por los órganos de control.
En este periodo hubo también una intensa contratación de deuda con China, a menudo criticada por la falta de transparencia. Entre otras obras constan Coca Codo Sinclair, Toachi Pilatón (en su primera fase), Minas San Francisco, Sopladora, la línea de 500 kV y otras obras de infraestructura.
