La baja demanda en el mercado mantiene contraída a la venta de carros, pero no así a la producción y compra de motocicletas. Luego de la etapa compleja de la crisis sanitaria, las ventas de este sector cayeron    de 12.200 motos mensuales a 4.400 unidades. No obstante, análisis del mercado reflejan un repunte de su recuperación que inició en junio y que se mantiene en la actualidad. Este año, el promedio de motos ya alcanza las 13.000.

Es una realidad que recogen los estudios de la investigadora de mercado Advance Consultora. “Las restricciones en la movilización y la búsqueda de seguridad son dos factores decisivos en esta tendencia”, dice Luis Pástor, gerente general, de la firma. Explica que como en los buses no se respeta el aforo reducido de pasajeros, la gente prefiere invertir en la compra de una moto y así movilizarse sin riesgo de contagios. “Además una moto cuesta mucho menos que un automóvil y usa poca gasolina”. En el mercado se puede adquirir una moto nueva por un poco más de 1.000 dólares.

Otro factor que influye en esto es la reducción del empleo adecuado y, por ende, del aumento del desempleo. Cifras del INEC a marzo pasado muestran que apenas 36% de la población económicamente activa tiene un empleo donde reciben al menos el pago del salario básico y que trabaja mínimo 40 horas a la semana.

Esto provocó que la moto se convierta en un instrumento de trabajo por el aumento de servicios de entrega a domicilio, a través de aplicaciones móviles. “Sin duda es una herramienta clave para la reactivación del empleo. Quienes lo están haciendo necesitan invertir poco capital para insertarse en estos trabajos”, puntualiza Pástor.

No obstante, los estudios de Advance también recogen el lado negativo de la tendencia. El aumento de motos en las calles también genera una situación compleja, dice. Es el segundo tipo de vehículo más involucrado en accidentes de tránsito. En 2020, el 26% de estos siniestros relacionaban a una moto, que como dato grave es el vehículo que más lesionados y fallecidos deja luego de un accidente.

La firma encontró además que alrededor del 39% de los motociclistas tienen por primera vez un vehículo de este tipo. “Por lo tanto, a veces no son tan expertos en el manejo. Como el incremento en la venta de motos es sostenido, ya que a corto plazo no se ven cambios en la relajación de las medidas para prevenir contagios ni en la reactivación del empleo, queda clara la necesidad de resolver la problemática de los accidentes”, aconseja.