Encontrar y bombear crudo para reemplazar los ingresos de la actual producción del bloque 43 ITT, ubicado parcialmente en el Parque Nacional Yasuní, tomará unos 10 años, según estimaciones de Petroecuador.  

Lograr unos 56 mil barriles por día, la actual producción del bloque 43-ITT, puede ser posible en los campos del sur oriente de la Amazonía ecuatoriana. 

Las autoridades de Gobierno han señalado que Ecuador dejaría de recibir 1.200 millones de dólares al año por dejar el crudo bajo tierra en los campos del Yasuní ITT. Además, Petroecuador calcula una pérdida acumulada de 16.470 millones de dólares en los próximos 20 años por todo lo que implicaría sacar la actividad petrolera de esa zona. 

"La gran pregunta es: ¿Cuánto tendrá que invertir el país para poder sustituir ese ingreso?", aseguró Reinaldo Armijos, gerente de Comercio Internacional de Petroecuador, durante un conversatorio con medios de comunicación que se realizó este 12 de julio de 2023. 

Para poder tener ese nivel de ingresos, de 1.200 millones de dólares, que genera al año el bloque 43-ITT se requerirán inversiones de entre 300 y 500 millones de dólares "y esperar al menos 10 años", añadió Armijos. 

Pero también hay otros problemas, aseguró Armijos. Ecuador pierde poder de negociación en el comercio internacional de crudo. Ecuador puede perder el 25 % de su oferta exportable petrolera y aquello le resta presencia a la hora de hacer tratos en el mercado petrolero, señaló el funcionario de la estatal petrolera. 

"Cada vez tendríamos menos capacidad de negociación y estamos mucho más expuestos al mercado internacional", añadió Armijos. Eso tendría repercusiones en un mayor 'castigo' o descuento al crudo ecuatoriano, lo cual puede afectar en los ingresos del Estado. 

El 'castigo' o diferencial es un descuento que se ha aplicado al petróleo nacional en el mercado internacional debido a que es más pesado y tiene un mayor contenido de azufre, es decir, es de menor calidad. 

Otro problema tiene que ver con la refinación. Armijos aseguró que refinadoras internacionales, que están interesadas en hacer negocios con Ecuador, han señalado que están preocupadas si gana el Sí en la consulta popular porque implica menos crudo a escala global y ya tienen preguntas respecto a la cantidad de crudo que Ecuador puede proveer. 

Dejar el petróleo bajo tierra también implicará posibles demandas de proveedoras de servicios que mantienen contratos con Petroecuador. Los contratos suman 250 millones de dólares con empresas locales, que podrían argumentar una controversia