Cuando parecía que el problema logístico global estaba resuelto tras la pandemia de COVID-19, hay un nuevo obstáculo a la vista: la sequía del Canal de Panamá.

El canal vive actualmente una crisis sin igual: se está quedando sin agua por la sequía, que ha sido atribuida al calentamiento del agua por el fenómeno de El Niño. Una cola de barcos se amontona a la espera de poder utilizar el canal y el ritmo ahora mismo es lento.

La congestión de barcos en el lugar ha llegado a tal punto que ya hay transportistas pagando millones de dólares por saltarse la cola y atravesar el canal.

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“Sí afecta porque mucho de nuestro comercio, de nuestras importaciones, viene de Europa o de la costa este de los Estados Unidos. Eso necesita del Canal de Panamá”, aseguró Pablo Rizzo, consultor portuario.

Los barcos comienzan a tener problemas para pasar por el canal. Si antes cruzaban 40 embarcaciones al día, dijo Rizzo, ahora lo hacen 30. Esto puede complicar a los negocios locales a importar productos.

Por ejemplo, la importación de licores provenientes de Europa, como vinos, comienza a tener ciertos retrasos, comentó Felipe Cordovez, representante de la Asociación de Importadores de Licores del Ecuador.

“Si el problema no se arregla en algo este mes, seguramente van haber algunos productos que puedan ser afectados”, señaló Cordovez.

Algunos barcos comienzan a tener retrasos de hasta tres semanas, en el caso de licores de Europa, pese a ello, todavía no hay la escasez de algún producto. En ese contexto, se busca planificar para no tener problemas en las fiestas de fin de año.

Otro sector que también reporta algunos inconvenientes es el automotriz. Por ejemplo, en el caso de Germanmotors, comercializadora de la marca alemana Audi tiene un problema con un cargamento de autos proveniente de México por algunas complicaciones en el Canal de Panamá, explicó Diego Luna, gerente de la empresa.

“Tenía que haber llegado pero nos han pospuesto 30 días. Los vehículos están quedados justamente en Panamá (...) Es un tema de fuerza mayor donde no podemos hacer absolutamente nada. Lo que hemos pedido es una carta a las navieras donde nos expliquen la situación y que nos indiquen que es un tema de fuerza mayor”, dijo Luna.

Por ahora no es un problema generalizado en el sector comercial, señaló Gabriela Uquillas, directora del Comité Empresarial Ecuatoriano (CEE), pero advierte que el comercio ecuatoriano es muy dependiente de la zona. “Cualquier afectación que tenga el Canal de Panamá, sea sequía, sea huelga, sea congestión, termina afectando el comercio”, dijo Uquillas.

Septiembre y octubre son meses de altas importaciones para abastecerse para Navidad, la fecha de mayores ventas del año, y esto puede complicar las importaciones, lo cual puede desembocar en desabastecimiento de algunos productos, aseguró Uquillas.

Del otro lado, dijo la titular del CEE, también las exportaciones ecuatorianas pueden experimentar problemas, sobre todo frutas como el banano. “Puede haber una afectación importante en la calidad de nuestra fruta o de nuestros productos de exportación”, añadió Uquillas.

Pero por ahora, el sector bananero no ha tenido ningún inconveniente, señaló Richard Salazar, director Ejecutivo de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec). “Hasta ahora las exportaciones nuestras siguen con normalidad”. Se están utilizando mecanismos como transbordo, explicó Salazar: los cargamentos llegan a Panamá y luego pasan a otra embarcación.

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