También el escenario económico se ha llenado de ‘nubarrones’. El primer trimestre del año muestra un 2023 más complicado a lo previsto y así lo analiza el Banco Central del Ecuador (BCE).

La entidad había previsto un crecimiento económico del 3,1 % para este año, una cifra más alta que otros países de la región e incluso que la mayoría de países a escala global, según las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El gerente del BCE, Guillermo Avellán, aseguró a EXPRESO que la entidad trabaja en una nueva estimación, la cual será divulgada el 31 de marzo próximo. Avellán señaló que han recibido información de los ministerios de Energía y Economía y Finanzas para actualizar la proyección para el año en curso.

El primer trimestre ha estado marcado por problemas políticos, un entorno adverso y desastres naturales que se han sentido en los últimos días.

Además de la caída de los precios del petróleo, que en los últimos días han rondado los 69 y 70 dólares (el WTI, referencia para el crudo ecuatoriano), el bombeo de crudo ha disminuido por protestas cercanas a pozos petroleros. El 22 de marzo, la producción diaria de crudo llegó a 428.000 barriles por día, unos 52.000 barriles menos que en días normales.

Según la ejecución presupuestaria del Ministerio de Economía y Finanzas, el Gobierno ha recibido $247 millones menos entre enero y febrero de 2023, si se compara con el mismo período de 2022.

Los desastres naturales también complican el desempeño económico. El invierno en la Costa está golpeando fuerte, lo que implica gastos imprevistos por parte del Gobierno. Finanzas ha señalado que todavía no hay una cifra concreta sobre el costo de las fuertes lluvias. En días pasados se activó una línea de crédito de emergencia por 60 millones de dólares al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aunque puede llegar a los $ 200 millones. Además negocia más crédito actualmente con el Banco Mundial.

El titular de dicha cartera de Estado, Pablo Arosemena, dijo que se requieren unos $ 100 millones, cifra estimada de manera preliminar, para la reconstrucción de escuelas, carreteras y otras infraestructuras.

Para Luis Naranjo, jefe de Estudios de la Cámara de Comercio de Quito (CCQ), por ahora no se prevé una afectación profunda en el caso de las fuertes lluvias. En estos días todavía no ha habido una interrupción en el ámbito logístico por daños en carreteras, al menos para los productores de la Sierra, precisó Naranjo.

Las cifras de 2023

• Financiamiento: Para 2023 se calcularon las necesidades de financiamiento en $ 7.577 millones, cifra menor a la contemplada en la proforma del año 2022, que fue de $ 9.534 millones. Sin embargo, esa cifra puede aumentar debido a los problemas que ha debido afrontar el Gobierno por temas imprevistos, como el invierno.
• Plan:  La proforma 2023 señala que en caso de no adoptarse una estrategia de prevención de desastres naturales ni instrumentos de protección y financiamiento, se deberá considerar lograr financiamientos ex post (luego de un desastres)mediante recortes de recursos, reasignaciones presupuestarias o endeudamiento.
• Pérdidas: La proforma 2023 presenta pérdidas por eventos anteriores. Los efectos climáticos derivados de los fenómenos de El Niño y La Niña significaron pérdidas por $ 4.373 millones. Y el terremoto de 2016 demandó un costo de reconstrucción de $ 3.344 millones (67,4 % financiado por el sector público).