Los primeros usuarios que llegaron a la estación del Metro de Quito, en Solanda, en el sur de la ciudad, estaban emocionados por ser parte del acto protocolario del inicio de las operaciones de este medio de transporte masivo.

Eva Tasigchana llegó abrigada con una chalina y bien maquillada para la foto. Ella es dirigente barrial de Solanda y no quería perderse este evento histórico. “10 años estuvimos esperando y ahora se ha hecho realidad. Que el Metro sirva para todos los quiteños”.

Cerca de ella estaba Christian Ayala, otro usuario que se levantó temprano para la inauguración.

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El ciudadano desconocía que los primeros pasajeros serían quienes corten el listón de apertura y, al enterarse, se sintió privilegiado. El utilizaba el TroleBus para dirigirse a su lugar de trabajo en el norte de la urbe y se hacía más de 50 minutos para llegar a su destino. Ahora piensa hacerlo en menos de 20.

Receloso, el usuario posó para las fotos y se fue corriendo para subirse a un tren porque se atrasaba a su trabajo.

En el lugar también estuvo el padre José Fernando Zurita, párroco de la iglesia de Solanda, quien bendijo la obra y resaltó que el Metro ayudará al desarrollo espiritual de todos los ciudadanos. Esparció agua bendita y dijo una oración.

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