Dos personas fueron retenidas por los moradores del barrio Santa Marianita de Pusuchisí, perteneciente a la parroquia urbana Juan Montalvo, ubicada al oriente de Latacunga. La retención se registró el viernes 26 de enero, en horas de la noche, después que uno de los aprehendidos habría intentado sustraerse accesorios de un vehículo.

Alicía Vizcaino, presidenta del barrio Santa Marianita, dirigente que participó del proceso de ‘purificación’ explicó que en el sector mientras se realizaba un sepelio dos vehículos habrían sido robados. En horas de la noche uno de los dos implicados, habría procedido a ingresar al patio de una casa del sector para sustraer varios accesorios de un vehículo siendo sorprendido por los habitantes de la vivienda.

Con la ayuda de los moradores del sector lograron detenerlos y después del proceso investigativo decidieron aplicar justicia indígena. Dentro del proceso de justicia los dos implicados fueron bañados con agua fría, ortigados y recibieron unos latigazos en la plaza central del barrio. Cumplieron con trabajo comunitario que consistió en deshierbar un terreno con cultivo de maíz.

“Ya estamos cansados, si no es el día, es en la noche nos roban los carros las casas, prácticamente tenemos hasta terror a qué hora y que día nos van a robar” aseveró. Dijo doña Alicía que en el sector rural hasta dejan de comer y comprar ropa nueva para tener algo, “no es justo que otros a manos lavadas lleguen y se lleven, no ven si son de la tercera edad o jóvenes”.

Sobre la retención de las dos personas fue alertada la Policía Nacional, quienes les explicaron el procedimiento legal que debían cumplir como es poner la denuncia, esperar la audiencia y el trámite legal. Por lo que tomaron la decisión de aplicar justicia indígena y después entregarlos a las autoridades.

Ligia Tapia, moradora de Santa Marinita, indicó que los robos de casas, animales, vehículos son actividades que se registran cada semana. El objetivo de que los acusados cumplan con el trabajo comunitario es que sientan lo difícil que es ganarse un centavo.

Alex Toapanta, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) manifestó que la rectificación de los errores debe iniciar desde la casa. “Siempre hay necesidades en los hogares, pero nunca falta un plato de comida, aunque sea comiendo un caldo de cebolla se sobrevive y un ejemplo de eso fue la pandemia” finalizó.

Por su parte el coronel Hugo Arroyo, comandante de Policía en Cotopaxi, manifestó que existen casos y lugares en los que no les notifican sobre la aplicación de la justicia indígena. Cuando tienen conocimiento se acercan al lugar verifican el estado en el que se encuentran los retenidos y verifican en qué estado de salud se encuentran.

En el caso de delitos relacionados a violencia sexual y atentados contra la vida una vez que realizan la audiencia de juzgamiento son entregados a la policía para que realice el trámite legal correspondiente.

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