Como si la cifra de 404 muertos al interior de las cárceles en las trece masacres ocurridas entre 2021 y 2022 en Ecuador no es suficientemente escalofriante, ese número no es el total de las muertes registradas tras las rejas. Hubo también 402 fallecidos en el mismo período por diferentes causas, tales como: “violencia intracarcelaria y suicidios”, que acumulan 139 casos (ver gráfico).

Durante el 2022, el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) calificó la violencia intracarcelaria como riñas, que con el pasar de las horas se confirmó que eran masacres y no una pelea entre convictos, como se lo intentaba mostrar.

Un ejemplo fue el 18 de julio de 2022, cuando en la cárcel 1 de Santo Domingo se conoció que se trataba de 13 víctimas. En ese mismo sitio se dio otra muerte masiva el 9 de mayo, es decir, dos meses antes, y fallecieron 44 personas, más la fuga de 220 prisioneros.

Es decir, hay muertes violentas de varios convictos y no son consideradas como masacres.

Kléber Carrión, exdirector de la prisión de Santo Domingo y quien presentó su renuncia por la falta de apoyo desde el Gobierno nacional para la entrega de cámaras y dispositivos de seguridad, señaló que las cifras demuestran la ausencia del compromiso verdadero en los planes de seguridad.

“De las muertes en las cárceles solo se habla cuando ocurre otro hecho que los pone en vergüenza o en evidencia, de ahí no se hace mayor cosa o nada. Los ejes que se muestran para la rehabilitación son mentirosos. ¿Cómo dan los beneficios penitenciarios a reos a diario, si hay solo 2 psicólogos para 2.000 presos y no se atiende en nada la drogadicción existente?

Este tema se conecta con los suicidios y su falta de prevención; en los dos últimos años hubo 68 muertes que también, algunas de ellas, fueron cuestionadas por la modalidad “colectiva”, porque en varias ocasiones se reportaba el colgamiento de un grupo de cuerpos.

El informe de Prevención del Suicidio en Cárceles y Prisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta que la población carcelaria tiene mayor riesgo de suicidio. El Consejo de Europa para las cárceles calcula que la prevalencia de los trastornos de la salud mental en los reclusos es del 40 %, y ambas instituciones concuerdan en que las personas privadas de libertad con distintas condiciones tienen “problemas de uso de sustancias y aquellos que han cometido previos intentos suicidas”. Además, que el estrés diario relacionado con la vida en prisión puede exceder las habilidades del privado de libertad para enfrentar la situación.

Por su parte, Pablo Jiménez, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psiquiatría Núcleo Pichincha, instó al Gobierno nacional a mejorar la atención de salud mental en este 2023, con el fin de enfocarse en el futuro y ser conscientes en que tales ciudadanos deben ser reinsertados en un futuro no muy lejano a la sociedad, pues no pueden vivir eternamente en las cárceles del país.

Protocolo

Un camino para evitar los suicidios

La OMS tiene un manual para los países firmantes de las Naciones Unidas y en ese documento se estipula como primer paso el desarrollo de un perfil suicida para poder brindarle acompañamiento respectivo. En el análisis se contempla desde conflictos familiares o afectivos graves, la modificación en la situación procesal, penal y penitenciaria. La proximidad de la excarcelación y los aislamientos. Crear grupos de apoyo y el desarrollo de rutinas para el progreso de su rehabilitación.

Acciones

Procesos

Las atenciones psicológicas a los reos se realizan a través de informes motivados. La mayoría de los especialistas no trabaja en las prisiones, especialmente porque tienen temor a la inseguridad. Los convictos son trasladados a los centros de salud más cercanos a los reclusorios y son atendidos de forma ambulatoria.

En Nómina

El Servicio Nacional de Atención a Privados de Libertad (SNAI) tiene en su nómina apenas a 67 psicólogos para las 37 cárceles del país. Sin embargo, se apoya con los especialistas de la red del Ministerio de Salud. En esa cartera de Estado hay 735 psicólogos, para acceder a ellos hay que llamar al 171.