La discriminacion laboral
En el trayecto a mi trabajo una vendedora venezolana de sánduches salió a mi paso, le dije que no deseaba cuando de repente la mujer que venía detrás empujó su bandeja. Felizmente la joven la cargaba amarrada a unos tirantes. Le indiqué a esa persona que suficiente era decirle “No gracias” y no proceder así, a lo que me respondió: “Vienen acá a trabajar suavecito, nuestra gente viaja a Europa y trabaja duro en el campo recogiendo coles”.
Al escucharla comprendí que la persona desconocía que todo trabajo en el campo demanda esfuerzo; además, sus labores son pagados en euros, no hay punto de comparación con lo que perciben en el trabajo informal.
Eco. Marysol del Castillo