Se siente optimista. Francisco Sampedro Castro, de 55 años, quien fue detenido en 2015 por supuestamente llevar explosivos y un monigote de borrego en su camioneta durante una jornada de manifestaciones, suscitadas el 26 de noviembre de ese año en el centro de Guayaquil, cree que la justicia esta vez fallará a su favor.

Sampedro llegó la mañana de ayer al Tribunal Penal para la audiencia de juzgamiento que se sigue en su contra, por el delito de porte de armas de fuego, municiones y explosivos no autorizados. Casi tres horas después de la instalación de la diligencia, fue suspendida por pedido del fiscal. Se ausentaron varios testigos que eran considerados “relevantes” dentro del caso.

“Tengo que seguirme presentando y continuar con el proceso hasta que quede libre. Me cogieron en mi domicilio guardando el carro y me llevaron con todo. Yo solo fui contratado para llevar ese monigote, unos palos de bandera y dos parlantes a la 9 de Octubre y Santa Elena”, recordó Sampedro.

Según la versión de los policías que custodiaban la movilización, ellos estaban en las calles Malecón y 9 de Octubre cuando escucharon varias explosiones. Tras acudir a la emergencia, se percataron de que sujetos “logran desembarcar del balde de una camioneta aparente material explosivo para detonarlo y como consecuencia de la detonación resultan heridos tres servidores policiales”.

Juan Vizueta, abogado del procesado, explica que durante la audiencia los testigos no pudieron justificar su supuesta vinculación al delito y que, cuando lo detuvieron, no encontraron ningún explosivo en su casa ni en su carro.

“Esperemos que en la próxima convocatoria se pueda confirmar el estado de inocencia y luego de ello pensaremos en acudir a los organismos internacionales con la finalidad de que se puedan reparar los daños”, precisó. Sampedro se mantiene con medidas sustitutivas. Debe presentarse cada 15 días ante el fiscal. CBS