La devaluacion fiscal tiene aristas que ya incomodan

De momento, es solo una mención en una charla universitaria. Pero la primera aproximación a una medida económica que ha planteado el Gobierno para empujar a la economía ha generado las primeras reacciones. Y van más por el cuestionamiento que por la acogida.

La idea de reducir el aporte empresarial al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en seguida, adquirió el tono de controversial, tal y como ayer recogió EXPRESO. Las dudas, críticas y sugerencias llegan con diferentes argumentos, pese a que aún no se han dado detalles de cómo se haría la rebaja, en qué monto y qué otras reformas llevaría aparejada.

Economía Doméstica

El objetivo de reducir los aportes empresariales al IESS por los trabajadores es rebajar la carga de las empresas, orientada a la exportación principalmente, para que las ventas al exterior sean más competitivas. Si la estructura de costos en la cadena de exportación baja, también lo harán los precios de sus productos y podrán competir mejor en el exterior pese a la fortaleza del dólar. Pero Fausto Ortiz, exministro de Finanzas al inicio del gobierno de Rafael Correa, cuestiona que se generen incentivos al sector exportador que lleven aparejada una mayor presión al fisco. Al caer las aportaciones, caen los ingresos y esto, vaticina Ortiz, conduciría a poner más impuestos.

Informalidad

Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, también se inclinó por la tesis que lleva a un aumento de impuestos como compensación a los aportes. En este punto, es relevante recordar que la tasa de informalidad del país incluye a casi la mitad de los puestos de trabajo que tampoco hacen aportes al IESS ni pagan impuestos.

Competitividad

El presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, Richard Martínez, difundió ayer la postura del sector privado ante la medida. “La devaluación fiscal, a costa de la Seguridad Social, no soluciona el gran problema de la competitividad, solo lo disfraza. Necesitamos políticas estructurales para ser más competitivos”, señaló el empresario a través de redes sociales.

Deuda con el IESS

Analistas y empresarios señalaron con preocupación que una medida como la de reducir el aporte al IESS, para que sea asumido por el Estado, incrementa la presión sobre la caja fiscal en un momento en el que la economía necesita más ingresos y no más gastos. También recordaron que el Estado ya tiene deudas aún pendientes con la Seguridad Social y se pone en duda que pueda asumir más.

Consejo Consultivo

El ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, compartió en una charla universitaria la propuesta de devaluación fiscal que, hasta el momento, no se había anunciado públicamente. No se concretaron detalles pero es significativo que el anuncio se haga en un contexto diferente al del Consejo Consultivo Productivo y Tributario, integrado por representantes del sector público y del privado, cuando desde un inicio se determinó que todas las reformas y medidas económicas serían planteadas y consensuadas en esas reuniones.

Carga tributaria

Roberto Aspiazu, director ejecutivo del Comité Empresarial, fue contundente al cuestionar que el sector privado no quiere un “subsidio” del Estado. Lo que aspira a conseguir el gremio empresarial es una revisión de la carga tributaria que soportan las empresas. La política tributaria es el escollo más significativo entre el sector público y el privado. El primero necesita más ingresos y el segundo, recortar costos.

Beneficios con compensación

“Habría que dar ventajas al que exporte o genere divisas pero sin afectar al fisco que lo empujen a ponernos impuestos”, comenta el exministro Ortiz, proponiendo que los incentivos se acompañen de compensaciones por la empresa. Por ejemplo, que si aumenta la exportación y para ello necesita contratar más personal, entonces ahí sí propondría una reducción en el aporte al IESS o una exoneración de renta a esos ingresos generados. Así se evita perjudicar a unos para poder favorecer a otros.