Hay mil respuestas a la pregunta, pero en el caso de Argentina, la respuesta sería votando por la misma gente diestra en robar y malversar fondos públicos para que ganen las siguientes elecciones.

Pareciera que el público que dio 47 % del voto en las PASO -las elecciones primarias de ese país- al kirchnerismo o sufre de amnesia o realmente no están conectados con la economía global. Bastó con que se sepan los resultados para que su moneda se deprecie un 24 %, algunas acciones hasta 50 % y los bonos argentinos un 15 %. Si bien faltan dos meses para las elecciones, este resultado es muy difícil de revertir -habiendo 15 puntos entre el voto a Fernández-Cristina Fernández de Kirchner y el de Macri. El propio Macri reconoció los resultados como una derrota, pero la derrota no es de Macri, es de todos los argentinos que siguen pensando que el populismo es la solución. Si bien muchos analistas adjudican el resultado al gradualismo de las políticas de su gobierno, resulta impensable que el electorado vuelva a confiar en una fórmula que contiene a Cristina Kirchner. ¿Se olvidaron los escándalos del dinero enterrado? ¿Se olvidaron los fondos inexplicables de dicha familia? ¿Se olvidaron del fiscal Alberto Nisman? Desde fuera el resultado de las PASO se ve con espanto.

Se advierte que si llega el kirchnerismo al poder, entonces se perderá la agenda pronegocio que el gobierno de Macri viene desarrollando; seguramente volverán las políticas de control de capitales, entre otras malas prácticas del club del socialismo del siglo XXI.

Cuando un país queda desbaratado, jamás su recuperación será indolora. Todo proceso de saneamiento lleva un costo ¿Qué pasa con nuestros países que parece que no aprendemos las lecciones del pasado? El caso argentino es dramático, ojalá que los resultados de este domingo puedan ser revertidos en un plazo tan corto, se ve como una tarea titánica. Como en toda fuerza de movilización de masas el miedo juega un rol importantísimo; la pregunta que habría que hacer al ciudadano promedio argentino es: ¿a qué temes más? ¿Temes una crisis económica o temes destruir un país entero?