Por tercera ocasión desapareció el camino alterno que se ha diseñado en el tramo de la vía E45, San Luis - El Reventador, que conecta a las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos. Este domingo, falleció Enrique Vallejo, poblador de Lumbaqui, un ciudadano que transitaba en su vehículo por la zona y otros cuatro automotores también fueron afectados, pero sus propietarios salieron ilesos.

El sábado en la tarde, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Darío Herrera, declaró la emergencia en la zona, debido a la inestabilidad que existe en los taludes, hecho que es el resultado de la erosión regresiva del Río Coca.

El objetivo es construir una nueva variante temporal, de 8,9 kilómetros. Los trabajos comenzarán el miércoles 22 de febrero. “Desde el ministerio, promoveremos un proceso transparente; con un plazo: entre 8 y 10 meses, a un costo de $ 25 millones. La conectividad de Napo, Orellana y Sucumbíos es prioridad”, posteó en Twitter.

A pocos metros del lugar en donde ocurrió el siniestro, está el poblado de San Luis, territorio amenazado por el fenómeno que se registra desde 2020. Desde ese entonces, los pobladores optaron por trasladarse en una tarabita.

La maquinaria de este servicio resultó afectada porque una roca cayó encima de la caseta de transporte. La Policía Nacional evacuó a todos los ciudadanos que se encontraban en el lugar para evitar que existan más víctimas. El servicio de la tarabita está cerrado totalmente por falta de garantías de seguridad.

“Cuando ocurrió el deslizamiento, se estaban transportando cuatro personas, quienes fueron impactadas por una roca, afortunadamente, no les pasó nada a ellos, aunque la tarabita quedó dañada en su parte superior por el fuerte impacto de la roca”, advirtió la capitana Daniela Haro, encargada del operativo en el lugar afectado. Gestión de Riesgos dijo que realiza monitoreos constantes.