Un vacío legal que da cierto respiro. En esta migración de legisladores de un bloque hacia otro en la Asamblea Nacional (AN), el Partido Social Cristiano (PSC) es, quizás, el que ha llevado la peor parte. De 18 asambleístas que obtuvo en las elecciones pasadas, ahora le quedan 14, que es el número mínimo para ser considerado una bancada.

Estas bajas le han puesto en números solo por encima del grupo de los denominados independientes, que tiene una decena de legisladores, lo que activó las alarmas entre los asambleístas socialcristianos, quienes a inicios de esta semana reclamaron a la Asamblea que investigue los ‘camisetazos’ que han provocado el crecimiento de unas bancadas y la merma de otras.

Desde el PSC no se acepta que la queja tenga que ver con el temor a convertirse prácticamente en la primera minoría del Legislativo. Jorge Abedrabbo, asambleísta por Bolívar, quien presentará la próxima semana la petición de revisión de los casos de deserción, dice que este es un tema de institucionalidad.

“El llamado que hemos hecho es por dignidad y para verificar los asuntos que nuestros mandantes nos han dado. No estamos defendiendo a un partido político, sino a la institucionalidad de la Asamblea”, le indicó el legislador a EXPRESO.

Mientras se resuelve el pedido que harán ante el pleno del Legislativo, la inquietud que ronda es si es PSC perdería la calidad de bloque si se produce una nueva baja y se queda con trece asambleístas. Para Luis Almeida, legislador por Guayas, esa posibilidad está descartada y cree más bien que la organización política se podría fortalecer en un futuro cercano.

La Ley Orgánica de la Función Legislativa no aborda el tema de las bancadas que, luego de ser inscritas y aprobadas como tales, pierden a uno o varios de sus integrantes y se ubican por debajo del 10 % requerido para tener ese estatus. Solo habla de los asambleístas que adquieran esa condición con posterioridad a la sesión inaugural de la Asamblea y que deberán unirse a un bloque hasta cinco días después de su principalización definitiva.

Libia Rivas, exsecretaria de la Asamblea y actual directora del Instituto Ecuatoriano Legislativo, le dijo a este Diario que al respecto en la normativa vigente hay un vacío, porque no se contempla cuál es el procedimiento cuando una bancada pierde ese porcentaje que es requisito para su existencia.

Sin embargo, considera que dejar de serlo en este punto tampoco tendría mayor impacto porque, por ejemplo, una bancada tiene derecho a mocionar candidatos al Consejo de Administración Legislativa (CAL) y ese momento ya pasó, y el PSC no obtuvo ni un solo asiento. Otro beneficio es que el coordinador de bancada es convocado a las reuniones mensuales de coordinación con la presidenta de la Asamblea Nacional.

El abogado y asesor legislativo Pablo Santillán coincide en que no hay una disposición expresa para este tipo de casos. “La bancada tiene más que ver con las tareas de fiscalización y legislación que tienen los asambleístas. Una bancada con más integrantes dependerá menos de otras en la presentación de proyectos. Si una está en minoría, las cosas se ponen cuesta arriba”, señaló el experto.

El analista político Pedro Donoso no cree que lo del PSC sea un “grito desesperado” ante el evidente desgrane que ha sufrido desde incluso antes del 14 de mayo, fecha de posesión de la Asamblea. Considera que se trata más bien de una estrategia política necesaria para evitar nuevas bajas.

“Lo que hay que entender es que esta nueva mayoría que se ha formado, para aprobar leyes orgánicas y otras va a necesitar 90 votos, y ahí es cuando el PSC le va a ser necesario a la bancada oficialista. Es decir, incluso no siendo una bancada, sus votos serán cotizados políticamente hablando”, argumentó Donoso.