Se acabó. La tercera Conferencia sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Hábitat III finalizó, ayer. Luego de cuatro días de conferencias, se aprobó la nueva agenda urbana, que deberá ser puesta en práctica, en los próximos 20 años. El evento sirvió, además, para evidenciar las patas flacas de las ciudades ecuatorianas y del Gobierno.

La alta comisionada adjunta de la Organización de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Kate Gilmor, cuestionó el manejo de los derechos humanos en el Ecuador. Puso como ejemplo tres temas: la falta de independencia de la justicia; la presión que existe en contra de los medios de comunicación, y la eliminación de organizaciones sociales por decreto presidencial.

No es un problema de leyes, destacó. Gilmor resaltó el contenido de derechos humanos en la Constitución. El problema, dice, es que lo que consta en la Carta Política no “aterrice” en la cotidianidad y la puesta en práctica queda de lado.

“Los medios están bajo mucha presión y hemos visto evidencia de interferencia en la independencia de los medios de comunicación. En este punto los derechos humanos están bajo mucha presión”, destacó la funcionaria.

“La democracia no se trata de un voto cada cuatro años, no es solo sobre el parlamento y el presidente, se trata de cómo la gente es tratada a diario”, dijo.

No es la primera vez que un organismo internacional de Derechos Humanos critica al Ecuador. Sin embargo, el Gobierno no está de acuerdo con los cuestionamientos.

La cumbre de Naciones Unidas también sirvió para presentar una agenda que deberán seguir las ciudades. En 22 páginas y 165 puntos, los asistentes delimitaron el campo de acción de las urbes en el futuro. EXPRESO destaca cinco puntos y los contrasta con tres ciudades y sus autoridades.