El semáforo rojo con el que Quito y la mayoría de cantones el país, inician la fase de distanciamiento social durante la emergencia por el coronavirus, vino acompañado con el aumento de, al menos 400 policías, para el control de su cumplimiento.

En la provincia de Pichincha, en la que hasta ayer se registraron 1.732 casos confirmados por COVID-19 y 91 fallecidos, hay un 75 % de contagiados que deambula por la ciudad, según el alcalde capitalino Jorge Yunda. Lo dijo durante una intervención televisiva el domingo por la noche. La ministra de Gobierno, María Paula Romo en cambio señaló que las cifras no habían sido contrastadas y ubicó ese número en alrededor del 40 %.

Hasta ayer, según el alcalde, se habían recogido alrededor de 10 cadáveres por posible coronavirus aplicando los protocolos implementados por el Municipio. Criminalística de la Policía en cambio registra unos seis levantamientos de cadáveres por posible COVID-19.

En la capital se han conformado cinco equipos que harán la recolección de cuerpos, en el caso de un incremento significativo del número de decesos. Durante el simulacro de recolección de cuerpos por posible coronavirus que se hizo hace dos semanas en Quito se evidenciaron puntos débiles. Ese tema ha sido corregido y será puesto en práctica en otro ensayo que está pendiente.

Mientras en el parque Bicentenario al norte de la capital se habilita un centro de aislamiento que recibirá a unos 300 pacientes. Se ultiman detalles como la colocación del sistema de oxígeno. Se habilitará en los próximos días. En ese sitio se ubicaron cinco contenedores refrigerados que pudieran albergar hasta 50 cuerpos cada uno. Habrá también incineradores de desechos hospitalarios.

El inicio de la nueva fase significó un incremento del personal policial para el apoyo en el distanciamiento social en unos 100 puntos, indicó Fausto Salinas comandante de la Policía en el Distrito Metropolitano.

Su trabajo estará orientado a ayudar en puntos críticos en donde existe aglomeración de personas como comercios, entidades bancarias, paradas de buses, entre otros sitios. Los uniformados pertenecen a servicios administrativos o se encontraban en cursos y capacitaciones.

Ellos brindarán información, educación, distanciamiento social, medidas de protección, obligación de utilizar mascarillas y guantes. En el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) existe en trámite un pedido para sancionar si no hay uso de mascarillas o respeto de la distancia.

La Policía además utilizará sus redes sociales para difundir el distanciamiento y brindar información sobre la medida, señaló el comandante. Los uniformados cuentan con unos 1.000 chats que aglutinan alrededor de 200.000 personas a las que llegará la información.

Desde ayer empezaron a circular 40 buses de servicio gratuito para sectores estratégicos con 20 pasajeros cada uno. Las rutas trabajarán de 05:30 a 17:15. Los pasajeros deberán ir sentados uno en cada fila de asientos y de manera intercalada de derecha a izquierda y viceversa. Es una de las medidas con las que el Municipio quiere evitar contagios y respetar el distanciamiento social.