A seis años de una transformación de forma y de fondo que se dio con la vigencia del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y el Código Orgánico General de Procesos (Cogep), la justicia ecuatoriana vuelve a enfrentar nuevos cambios, esta vez de la mano de la tecnología y como consecuencia del coronavirus.

Si bien las unidades de Flagrancia siguieron operando en modo presencial durante el auge de la pandemia en el Ecuador (que afectaba particularmente a Guayaquil), el aumento de contagios y los graves efectos que desató la COVID-19 a nivel global, conllevaron también a reestructurar el sistema judicial ecuatoriano para evitar un colapso en la carga procesal, lo que provocó que gran parte del procedimiento migre a la web.

Juan José Morillo, vocal del Consejo de la Judicatura (CJ), señala que para el acceso de los servidores judiciales a los sistemas y servicios tecnológicos se implementó y configuró una solución VPN, a través de clientes de Cisco Any Connect. Con esta herramienta los funcionarios pudieron trabajar desde el primer día de la emergencia sanitaria.

Para la ciudadanía se implementaron varias herramientas tecnológicas, entre las que destacan la Ventanilla Virtual a nivel nacional, para el ingreso de escritos de causas en trámite; la Oficina de Gestión Judicial Electrónica en las provincias de Pichincha, Guayas, Azuay, Imbabura y Pastaza. Esta herramienta permite a los abogados de libre ejercicio y de empresas públicas y privadas realizar trámites judiciales de manera digital, detalla Morillo (ver otras herramientas en el gráfico).

El vocal aclara que si bien decidir la modalidad a través de la cual se gestiona una audiencia es competencia de los jueces (considerando que ya existían las videoconferencias), la demanda con la pandemia se incrementó exponencialmente, tanto domiciliarias como diferenciadas. Lo que significó un esfuerzo importante para todas las áreas involucradas.

“Desde la parte procesal, entrar a la modalidad de videoaudiencias ha significado un importante esfuerzo, tanto para los abogados en libre ejercicio como para el personal judicial, ya que se trata de un cambio de la forma de litigar y en la forma de dirigir una audiencia respectivamente”, explica Morillo.

Para un mejor manejo, se diseñó un protocolo que fue difundido tanto entre los operadores de justicia como entre la ciudadanía, para la realización de videoaudiencias en juzgados, unidades judiciales, tribunales y cortes provinciales. Esto ha llevado a capacitaciones en el uso de las herramientas para las videoaudiencias a los abogados en libre ejercicio y al personal jurisdiccional.

Para Yanina Villagómez Oñate, fiscal provincial del Guayas, con las audiencias telemáticas se ha logrado avanzar con los procesos. “Inicialmente se dieron con las de calificación de flagrancia y formulación de cargos, con lo que se evitó que muchos injustos penales queden en la impunidad y que la Fiscalía General del Estado pueda ejercer la titularidad de la acción penal pública; así como con los otros tipos de audiencia, aunque con sus inconvenientes, muchas veces de conectividad, se ha logrado salir adelante y evitado que sean declaradas fallidas” a costas de la Fiscalía.

Villagómez considera que tomando las debidas medidas de bioseguridad se podría continuar en modo presencial con las audiencias de formulación de cargos, evaluatorias y preparatorias de juicio.

Tomando en cuenta que van mejorando las circunstancias sanitarias, opina que las audiencias de juzgamiento deben efectuarse en modo presencial, salvo necesidad particular, ya que eso afecta el principio de concentración, contradicción y dispositivo. La inmediación que debe tener el juez con las partes y con el desarrollo de la audiencia; la necesidad de tener las partes cerca a los testigos en la sala; y poder interrogar y contrainterrogarlos directamente, así como poder contradecir las pruebas presentadas, “en sí serían más ágiles en forma presencial, tomando todas las medidas de bioseguridad”.

Pero resalta que las audiencias telemáticas tienen sus beneficios. No hay que movilizarse a las unidades judiciales, por lo que el fiscal estará más tiempo en despacho, atendiendo y evacuando diligencias, así como preparando y leyendo los casos a su cargo; además de evitar riesgos de contaminación.

Al igual que la Judicatura, la Fiscalía asegura que todos los despachos ya contaban, desde antes de la pandemia, con los equipos tecnológicos pertinentes, suficientes y necesarios para trabajar con audiencias en videoconferencias o ahora llamadas telemáticas, además de existir un departamento de técnicos para asistirlos en caso de requerir ayuda inmediata.

Datos

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Las audiencias telemáticas podrán ser presenciadas por el público, excepto en los casos que exista una medida de restricción a la publicidad. 

Cuentas

Hasta el 8 de julio de 2020 existían 241 cuentas de Polycom y 170 de Zoom para la atención de los pedidos de videoaudiencias a nivel nacional (64 de ellas para Guayas, 70 Pichincha).