La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo pública su “profunda preocupación” ante las dificultades que afronta la ciudad de Guayaquil frente a la expansión del COVID-19.

Al organismo internacional le inquietan particularmente los problemas que hay para “trasladar, cremar y sepultar los cuerpos de las personas que han muerto durante la pandemia”, señaló a través de las redes sociales.

La CIDH señala que toma nota del acuerdo interministerial en el que se establecen los protocolos para el manejo de los cadáveres en Ecuador, a la vez que recuerda a todos los estados miembros que “el cuidado de restos mortales de personas es una forma de observancia del derecho a la dignidad humana”.

Hasta el momento, no ha existido una reacción de las autoridades ecuatorianas a la inquietud y recordatorio de la Comisión Interamericana con quien, desde octubre pasado, hay tensas relaciones por el informe sobre cómo el Gobierno de Lenín Moreno actuó durante las protestas indígenas.

El mandatario ordenó ayer transparentar la información de contagiados y fallecidos por el coronavirus “por dolorosa que sea”. Instó a que no se minimice la gravedad de la situación y el alcance del virus que ya deja en el país 3.163 casos positivos y 120 fallecidos.

Moreno dijo que se conformó un grupo de tarea conjunta para ayudar a las familias con miembros que fallecieron por el COVID-19. "Al comienzo nos hicimos cargos de 30 personas (fallecidas) diarias, hoy son cerca de 150 personas al día las que son recogidas", señaló.

Y añadió: "creemos que serán entre 2.500 y 3.500 personas las fallecidas por COVID en estos meses solamente en Guayas".