Si alquilas o estás considerando alquilar una casa o departamento en Ecuador, es importante que comprendas los aspectos clave de los contratos de arrendamiento.

La mejor para establecer las reglas claras y asegurar el cumplimiento de compromisos es un contrato de arrendamiento sólido. Este documento es fundamental para evitar malentendidos y proteger a ambas partes en caso de incumplimientos.

Es importante destacar que un contrato de arrendamiento protege los derechos tanto del arrendador como del arrendatario. Según el artículo 1856 del Código Civil ecuatoriano, se define como:

"Un acuerdo en el que ambas partes se comprometen mutuamente, una a ceder el uso de un bien, realizar una obra o prestar un servicio, y la otra a pagar un precio determinado por dicho uso, obra o servicio, salvo lo que establecen las leyes laborales y otras leyes específicas".

CLÁUSULAS DE UN CONTRATO DE ARRENDAMIENTO

• Nombres y apellidos de las partes contratantes.
• Ubicación del local arrendado.
• Superficie.
• Estado del local arrendado.
• El precio del arriendo; fecha, lugar y forma de pago.
• Destino del inmueble arrendado.
• Plazo del contrato.
• Domicilio y juez competente en caso de controversia.
• Muebles incorporados.
• Firma de los contratantes.

El contrato de arrendamiento implica un compromiso entre ambas partes. El arrendatario se compromete a utilizar y disfrutar adecuadamente del inmueble, mientras que el arrendador se compromete a recibir el pago acordado.

LO QUE DEBES SABER SOBRE EL CONTRATO DE ARRENDAMIENTO

En primer lugar, como inquilino, tu responsabilidad en cuanto a las reparaciones del lugar se limita a mantener la propiedad en el mismo estado en el que la recibiste. No serás responsable de los daños causados por el paso del tiempo o el uso normal. Por ejemplo, si una puerta se desgasta debido al uso diario, no será tu responsabilidad repararla.

En cuanto al tipo de contrato, debes saber que este puede ser verbal o escrito, pero siempre se recomienda tenerlo por escrito para evitar malentendidos.

Además, lo mejor es que este se registre en una notaría. Esto proporciona mayor seguridad y facilita cualquier reclamo o exigencia en el futuro. Por ejemplo, si surge alguna disputa entre el arrendador y el inquilino, contar con un contrato escrito registrado brindará evidencia legal sobre los términos acordados.

En relación al subarrendamiento, generalmente está prohibido subarrendar la propiedad a otra persona, a menos que ambas partes acuerden lo contrario en el contrato escrito. Es decir, si alquilas un departamento y deseas que un amigo te acompañe y comparta el costo del alquiler, debes obtener el permiso del arrendador antes de hacerlo.

Si estás alquilando una propiedad amoblada, es recomendable hacer un anexo al contrato donde se detalle un inventario de los muebles y objetos incluidos. Por ejemplo, puedes mencionar en el contrato que el alquiler incluye una cama, un sofá, una mesa y sillas.

La duración mínima del contrato de arrendamiento en Ecuador es de 2 años, con la posibilidad de renovarlo al finalizar este período. Por lo tanto, si alquilas un departamento por dos años y al final del contrato deseas quedarte más tiempo, puedes negociar con el arrendador una renovación del contrato.

Es común solicitar un adelanto de uno o dos meses de alquiler y una garantía equivalente a un mes de alquiler. La garantía se puede utilizar al finalizar el contrato en caso de reparaciones o mantenimiento necesarios. En ese caso, si durante tu estadía se producen filtraciones en el techo, el arrendador puede utilizar la garantía para cubrir los costos de reparación.

En caso de conflictos, se sugiere intentar la mediación para llegar a acuerdos entre las partes. Si la mediación no funciona, se puede recurrir a un juez de inquilinato.

Algunas causas comunes para dar por terminado un contrato de arrendamiento incluyen el impago de dos meses de alquiler, el uso ilegal del inmueble o causar daños no autorizados.

El desahucio es el aviso que da el arrendador al inquilino para finalizar el contrato de arrendamiento. Por lo general, se debe notificar al menos 90 días antes de que el inquilino deba abandonar la propiedad. Por ejemplo, si el arrendador decide vender la casa y necesita que el inquilino se vaya, debe comunicarlo con anticipación.