Consulta
Está decidido, el Gobierno promoverá la consulta popular. Como abogada sostengo que lo que cabe es un proceso constituyente; sin embargo, por la coyuntura política que vivimos, no es lo conveniente para el actual Gobierno y el país. Este Gobierno no tiene la fuerza necesaria para enfrentar un proceso constituyente y conservar su control. Por el contrario, lo más probable es que el control pase a las fuerzas correístas y ahí sí, la historia del gobierno actual y del país, estarían seriamente comprometidas.
¡Qué complicado lo van a tener para lograr acuerdos sobre las preguntas que se incluirán en ella! Varios sectores del país han presentado las suyas, tirando cada uno agua hacia sus molinos. Este será un punto álgido de discusión entre sectores que se creen con derecho a que sus preguntas sean incluidas, por lo que según ellos representan. En concreto, las preguntas deben ser precisas y pasar el filtro de la Corte Constitucional.
Va a ser muy complejo alcanzar el balance justo en la preparación de esta consulta, para tratar en lo posible de dejar satisfechos a todos cuantos quieren ser protagonistas de ella.
De este proceso saldrán grupos descontentos y se abrirán aún más las brechas existentes, creando distancias insuperables que conllevarán el rompimiento de alianzas y el enfrentamiento, sin que medie el cortejo delicado que hasta ahora han tenido entre un grupo y otro, para no pelearse frontalmente con el régimen actual.
Obviamente, los radicales correístas harán lo suyo y se opondrán a todo lo que implique limpiar el lodazal que nos dejaron los últimos diez años de irresponsabilidad. Se rasgarán las vestiduras y endurecerán sus posturas, convirtiéndose en oposición de la oposición y también del Gobierno auspiciado por su partido, que por cierto, está bastante “partido”. Si hubiera querido escribir un trabalenguas, no me hubiera salido tan bien, pero así de confusa es la situación de Alianza PAIS.
No desaprovechemos la oportunidad de apoyar todo lo que implique cambios de fondo en beneficio del Ecuador.
