Conoce la casa hogar que alberga ninos recien nacidos de padres que no los quieren tener
Para evitar que los padres que no quieren tener a sus hijos los abandonen en la calle, dos religiosas polacas ejecutaron un proyecto: una cuna para acogerlos. Un sistema electrónico complejo que pone a salvo a los bebés.
Empieza así: un bebé sonrosado, un ser humano de dos o tres kilos. Un cerebro virgen de dudas y mala conciencia. De cuello frágil, manos empuñadas y pies regordetes. Un lienzo blanco donde mamá y papá pueden pintar... Entonces, a veces, sigue así: un bebé pálido, lánguido y con sed de leche. Expuesto al frío, deshidratado bajo el sol. Envuelto en una funda de basura o encerrado en un cartón marrón. Solo. Abandonado.
Para aquel que su madre –o padre– no lo quiere tener criar y cuidar, hay una esperanza en una casa hogar donde alguien sí lo quiere tener criar y cuidar... Un proyecto llamado Cuna de Vida. Un concepto que podría remontarse a tiempos medievales, pero que funciona ahora, en Ecuador, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Y acoge, por una ventana de 70 centímetros de largo y 50 de ancho, a niños de 0 a 6 meses con un objetivo: que estos pequeños e indefensos no terminen en la calle.
Detrás de un escritorio repleto de folios, en la oficina principal del Hogar Valle Feliz, la hermana Carmela Ewa Pilarska, nacida en Polonia y con un español casi perfecto, habla del proyecto –de su proyecto–. Pero antes recita de memoria una recordada frase de la Madre Teresa de Calcuta: “Los niños son como las estrellas. Nunca hay demasiados”.
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Abre una carpeta llena con notas periodísticas. Y expone: 20 de marzo: una bebé fue dejada en una casa abandonada en una hacienda en Latacunga; 21 de mayo: un niño sin vida fue hallado en un depósito de basura en Quito; 29 de noviembre: un recién nacido apareció en un solar vacío en Guayaquil... son diez casos los que ella ha logrado recopilar en 2019. Quizás haya más. O no.
Consciente de esta realidad, el 10 de diciembre, solo hace unos días, decidió abrir una ventana a la vida. Un símbolo para “ser la voz de los recién nacidos que están vivos y también la de tantos que no corrieron con la misma suerte”, afirma la hermana Carmela, parte de la orden religiosa Benedictinas Misioneras.
Construido con un llamativo sistema electrónico, este proyecto es el primero en Ecuador y en Latinoamérica. Dotado con dos cámaras de vídeo internas, un sensor de peso, alarma, códigos... es más complejo de lo que parece a primera vista.
De cerca...
La hermana Eliza Olejnik, quien ha trabajado junto a Carmela para volver realidad una idea que surgió hace cuatro años, guía a EXTRA hacia la cuna. En una pared que da a la calle, al lado de una pintura enorme de un recién nacido, está una ventana; sobre esta, un botón; y sobre este, un letrero. Para simular un caso real, la religiosa toma entre sus brazos a un muñeco, una réplica de un neonato –con ropa, cubierto con una tela, piel rosada– e inicia el proceso...
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David Segura y Juan Carlos Rosado, técnicos de instalación de sistemas de seguridad y quienes –junto a Javier Lucero, encargado de la obra civil– trasladaron el proyecto de una maqueta a una habitación de cuatro metros cuadrados, explican detalles de este complejo sistema (véase en la infografía).
Desde el lugar advierten que lo planificaron todo, incluso si no hubiera luz, hay un ‘back up’ de energía... y más. Tardaron casi un mes en construir la cuna, la ventana, adecuar el cuarto... Y con una inversión que, según la hermana Carmela, alcanza los 5.000 dólares (3.500 donados de Suiza y 1.500 de Ecuador).
Funciona desde hace dos semanas, y quizás por eso aún no ha habido algún caso de abandono. Pero Carmela y Eliza están preparadas. Aseguran que con Cuna de Vida no pretenden de ninguna manera incentivar a que las madres dejen a sus niños. Es solo una alternativa a la calle, un espacio para evitar riesgos, espeta Gloria Vera Cedeño, trabajadora social y encargada de la investigación familiar.
Pero, ¿cuál fue el detonante para que se ejecutara este proyecto? Dice Carmela que el 2 de septiembre recibió una llamada del hospital de Santo Domingo. Del otro lado de la línea una voz le advertía que una recién nacida había sido dejada dentro de un cartón cerca de la basura. Conmovida, la religiosa pensó: ¡es ahora o nunca! Llevó la niña a la casa de acogida y hoy, esa pequeña a quien han bautizado como ‘Sofía’ –para la prensa–, es la bandera blanca de esta causa.
Que sea Sofía la última víctima de abandono (en esa ciudad y en Ecuador). Que sea Sofía un retrato de lo que no debería pasar. Que sea Sofía...
En Europa y EE.UU.
Este proyecto existía en Polonia desde 2006. También en Estados Unidos, Alemania, República Checa, Suiza, Canadá... En Ecuador, para aplicarlo, hubo que acogerse al Código de la Niñez y Adolescencia y al Código Orgánico Integral Penal (COIP), explica Jaime Salvatierra, asesor legal de Valle Feliz. El primero no contempla las cunas de vida. El segundo sanciona, incluso con cárcel, el abandono de personas.
Pero... el abogado señala que cuando lo madre deja al niño en un hogar como este, apto para el cuidado y protección de menores de 0 a 17 años y 11 meses, no se cumplirían todos los requisitos para que se aplique la sanción. Es decir, la madre no iría presa. Que si podría recibir una amonestación leve, no lo niega, pero no de tipo penal.
Y aunque el proceso mantiene el anonimato de la madre, un documento indica que es “mientras no se realicen las investigaciones legales”.
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Cuando han pasado los primeros tres meses, y la Dinapen y la Oficina Técnica de la Unidad Judicial han hecho las indagaciones sobre los familiares de los niños dejados allí, hay dos caminos: una reinserción (“que no pasa siempre”) o el inicio de un juicio de pérdida de patria potestad con declaratoria de adoptabilidad. Y esto puede tardar mucho, dice Salvatierra. Es la diferencia con Polonia. Por ejemplo, si han pasado tres meses y no se acerca –sin investigación– la madre o algún familiar entra inmediatamente en proceso de adopción. “El Código de la Niñez (en Ecuador) es muy conservador”, sentencia.
La ventana está abierta las 24 horas, los 7 días de la semana. Sobre la adopción, la hermana Carmela dice: “De Valle no se dispone a quién se entrega al niño. Es la Unidad Técnica de Adopciones”. Y entre las instituciones aliadas de este proyecto están el Ministerio de Inclusión Económica y Social, el Ministerio de Salud Pública...
Ambiente de paz
En Hogar Valle Feliz, situado en la urbanización El Prado, calles Nicaragua y Perú, hay un equipo que se encarga del cuidado y atención de los niños. Dice Leonela Valarezo Tinoco, psicóloga clínica y psicoterapeuta familiar, que en este centro de acogida hay cinco casas estilo europeo, en cada una viven niñas –en poquísimos casos niños– bajo la tutela de una mujer a la que llaman tía. Aquí funciona el modelo de familia.
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Para Leonela, este proyecto significa abrir una ventana a la vida. Porque el bebé va a tener quién lo proteja. Para la madre esto sirve para “amainar el dolor” de dejarlo, porque de algo tiene certeza la psicóloga: “va a sentir culpa, no la va a librar de todo lo emocional, aunque por lo menos va a saber que dejó a su hijo en un sitio seguro”. Pero... Cuna de Vida no juzga, no critica, y busca –dice la experta– que no se revictimice al niño, que no viva el abandono con culpa... porque “de pronto, que lo dejen aquí es la mejor vida para él”.
Quienes deseen colaborar con esta casa hogar pueden contactarse al número 023-700-866. El Hogar Valle Feliz recibe donaciones.
Carta emotiva
“No lo juzgamos... Que Dios te bendiga”
Estimada mamá: acabaste de dejar a tu bebé en el Hogar Valle Feliz. Lo recibimos con mucho cariño y te aseguramos que va a estar bien cuidado. Ahora vamos a llamar a la Dinapen (Policía especializada de niños, niñas y adolescentes) para que tenga conocimiento de la presencia de tu niño en nuestra Cuna de Vida y lo llevaremos al hospital para que evalúen la salud de tu bebé.
Dentro de los primeros días se va a legalizar la estadía temporal del bebé en el Hogar Valle Feliz. No sabemos lo que pasó en tu vida para que tomes esta decisión, y no lo juzgamos, te vamos a esperar en los primeros tres meses para poder apoyarte y entregarte a tu hijo si así lo quieres; en caso de que no vengas, vamos a empezar el proceso de declaratoria de adoptabilidad para que tu bebé tenga una nueva familia.
¡Que Dios te bendiga!
OPINAN
Carmela Pilarska
Hermana Benedictina
Quisiéramos ser la voz de los niños en fundas de basura, en cartones, envueltos en periódicos”.
Gloria Vera Cedeño
Trabajadora Social
El objetivo del proyecto: restituir el derecho que ha estado vulnerado... a la vida, a la salud”.