Unas doscientas personas de las comunidades de Posorja y Puná escucharon a los representantes de la compañía DPWorld Posorja y a delegados del Ministerio del Ambiente hablar acerca del desarrollo, construcción y mantenimiento del puerto de aguas profundas.

El nivel más alto de preocupación de los asistentes fue de cómo acceder a un puesto de trabajo, la posible afectación de la pesca artesanal, el turismo, la agricultura y los impactos ambientales en el área de desarrollo de la obra.

A Obdulia Anastasio, de la comuna Cauchiche, le preocupa si el paso de las grandes naves afecte a los delfines y el tránsito de las embarcaciones artesanales, mientras que Antonio Vargas, de la Junta Parroquial, piensa si no se perjudicará la cadena alimenticia de los peces. A Víctor Morocho, de El Morro, le asusta que se afecte el manglar.

Un equipo de biólogos y el gerente del proyecto, Jorge Velásquez, se encargaron de despejar las inquietudes de los parroquianos, “que serán tomadas en cuenta para el estudio definitivo del proyecto”.

El biólogo Óscar Echeverría dijo que la construcción del puerto y del canal de aproximación no afectarán la flora y fauna acuática y terrestre. Daniel Reinoso anota que se dará preferencia para la mano de obra local y sus zonas de influencia.

DPWorld Posorja tiene dos accionistas: DP World Invesment (Holanda) y Kanawha (Ecuador). De esta última los accionitas son Unionar (de Uruguay) y Lacut, de Ecuador, también relacionadas, según la Superintendencia. NM/GLC