
Una ciudad de mentira le da el visto bueno a la autonomia
K-City es el mayor banco de pruebas para carros autopilotados del mundo.
Es el turno de probar un vehículo autónomo: un sedán equipado con dos radares y dos cámaras. El ‘test-drive’ se realiza en una falsa miniciudad (K-City) que estrena Corea del Sur para testear diversos prototipos y presumir de su tecnología 5G.
Tras arrancar, la persona al volante activa el piloto automático y el automóvil prosigue solo la marcha y toma una curva. Luego algo más difícil: el conductor se baja del vehículo, presiona un mando a distancia y en unos segundos el automóvil echa a andar sin nadie al volante, pero esta vez con un niño de 10 años como copiloto.
El carro pone entonces las luces intermitentes y toma una curva hacia la izquierda siguiendo perfectamente el trazado de la calzada, reduce su velocidad al divisar y franquear un badén y se detiene automáticamente al detectar un semáforo en rojo. Y luego retoma la marcha cuando la luz se torna verde.
El joven copiloto mira por la ventana sin preocupación, como si toda la vida los vehículos se hubieran manejado solos. Puede que cuando cumpla 20 o 30 esto sea una realidad en las carreteras de medio mundo.
Y es que en K-City todo está controlado. Construida en Hwaseong (unos 40 kilómetros al suroeste de Seúl), cuenta con colegio, estación de bomberos, oficina de correos, supermercados y, como casi cualquier gran urbe surcoreana, infinidad de cafés y tiendas de autoservicio 24 horas, aunque en este caso todos estén vacíos.
La miniciudad es el mayor banco de pruebas para carros autopilotados del mundo. El director general de la Autoridad de Seguridad para el Transporte de Corea (Kotra), Ryu Do-jeung, dice que “como campo de pruebas es el único en el globo con un servicio perfecto de 4G y 5G”, la tecnología de comunicación móvil de nueva generación que funciona desde abril en Corea del Sur, primer país del mundo en tener una red nacional operativa.
“Y lo más importante es que está abierta al público, así que todos, desde pymes a universidades, pueden hacer pruebas gratis hasta final de 2020. Esta es la gran apuesta del Gobierno surcoreano para el sector de los vehículos autoconducidos”, explica el director de Kotra.
Los 360.000 metros cuadrados de la ciudad de prueba se reparten en distintos entornos como autopista, vía urbana y suburbana, aparcamiento, cabina de peaje o túnel.
En todos ellos se puede modificar la señalética y la infraestructura para probar tecnologías como el reconocimiento de imagen o la V2X (Vehicle-to-everything), que en este caso puede aprovechar la red 5G plenamente operativa.
Más de una treintena de entidades han realizado ya pruebas en algunos de los 25 escenarios que hasta el momento se han recreado en el circuito, desde que fue completado el pasado diciembre.
“Pienso que en 5 o 10 años la conducción automática puede ser posible, resolviendo las dudas que aún se tienen sobre seguridad”, opina Jeong Chang-young, que se está doctorando en el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea y entrena ahí para una competición que incluye pruebas como detenerse al detectar peatones cruzando o incorporarse a una autopista en la que circulan otras clases de transportes.