Tallaron una estrategia a puerta cerrada. Los altos mandos de las fuerzas militares de Colombia y Ecuador se reunieron en la ciudad colombiana de Ipiales para definir los parámetros del Plan de Protección de Fronteras dispuesto por el presidente Guillermo Lasso y su homólogo colombiano Gustavo Petro. Con el que, según el Ministerio de Defensa Nacional, se intenta “frenar las acciones del narcotráfico y el crimen organizado en la frontera en común”.

La reunión entre la cúpula militar que se dibuja hoy por hoy como parte de una cooperación binacional es importante para “hacer frente al crimen transnacional y narcotráfico”, según Mario Pazmiño, consultor en seguridad y defensa. Sobre todo ahora que, a decir del experto, “hay un desborde de cerca de 700 toneladas desde el lado colombiano hacia territorio ecuatoriano”, y que ha convertido al país en “un santuario del crimen organizado donde operan los centros de acopio”.

En este escenario, Pazmiño calificó el problema del narcotráfico en la frontera en común con Colombia como “permeable”, debido a que existen “72 pasos clandestinos de los que conocemos que facilitan el ingreso de la droga”. Por esto, según Pazmiño, los operativos que realicen las Fuerzas Armadas en la frontera deben estar coordinados y ser similares a los que realiza el país vecino para que no haya limitaciones.

En la cita entre las cúpulas militares de Ecuador y Colombia, Nelson Proaño, jefe del Comando del Conjunto de las Fuerzas Armadas, insistió en la importancia “del trabajo coordinado para enfrentar las amenazas” que representa la presencia de las bandas narcodelictivas en ambos países. “Bajo la premisa de ofrecer seguridad”. Asimismo Helder Giraldo, comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, quien previo a la reunión destacó que para el Plan con el que ambos países buscan reforzar los pasos fronterizos es necesario el intercambio de información e inteligencia para alcanzar los objetivos previstos.

La estrategia que talló el Ministerio de Defensa de Colombia y Ecuador, para John Marulanda, coronel retirado del ejército colombiano y especialista en inteligencia militar, es oportuna para Ecuador. “Debido a que es el único país de la región que tiene una economía dolarizada”. Esta condición convierte, según Marulanda, a provincias como Carchi, Guayas y Esmeraldas en el escenario propicio para que las bandas narcodelictivas hallen lugar “para lavar el dinero” que produce el narco “con la participación del cartel de México”.

Tras cuatro horas de reunión sin dar mayores detalles, Helder Fernán Giraldo Bonilla, comandante general de las Fuerzas Militares de Colombia, y Nelson Proaño Rodríguez, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, firmaron el acta de los compromisos acordados para la implementación táctica y operativa del Plan de Protección de Fronteras “que permitirá implantar estrategias a corto, mediano y largo plazo para frenar las acciones del narcotráfico.

Para Marulanda, los 72 pasos fronterizos clandestinos que Pazmiño señala como la conexión terrestre que usan las bandas narcodelictivas para transportar el 70% de la producción de cocaína de Colombia hacia Ecuador “son imposibles de blindar” en su totalidad por las fuerzas militares y de Policía.

En este sentido, Marulanda diagnosticó que, con la estrategia binacional y el intercambio de información que tendrá Colombia y Ecuador se podrá hacer frente y mitigar en gran porcentaje la operatividad y el tránsito de las bandas narcodelictivas en los más de 70 pasos que existen en la frontera en común.