Alfonso Pallo no encontraba consuelo. Entre lágrimas y, con ayuda de otros familiares, ayudó a bajar tres cuerpos que estaban en un patrullero para llevarlos a la camilla del anfiteatro de Riobamba.

Eran su yerno, su consuegra y el conductor de una de las dos motocicletas involucradas en un accidente de tránsito, registrado el pasado lunes en el sector Retorno El Guzo, en la carretera Penipe-Baños, de la provincia de Chimborazo.

Dos personas más resultaron con heridas de gravedad. Una de las víctimas murió en el sitio, mientras que las otras dos perdieron la vida horas más tarde, en un hospital.

“Mi familia está destrozada; es muy duro y no desearía que le pase esto a nadie más... es una imprudencia, mi familia venía por el lado derecho y viene la otra moto por el lado contrario”, dijo Pallo.

El fiscal de Penipe, Diego Hernández, verificó las consecuencias del estrellamiento frontal entre las dos motocicletas, junto con miembros de la Policía y personal del Servicio de Investigación de accidentes de tránsito (SIAT).

En la primera viajaba una señora de 58 años y sus dos hijos, un hombre de 30 años que falleció y una niña de 11 que se encuentra en estado crítico.

Los tres ocupantes de la motocicleta eran oriundos de Palitahua, se dedicaban a la agricultura, pero debido al proceso de erupción del volcán Tungurahua recibieron una casa en Penipe. “Ellos regresaban ya a la casa, ahora mis dos nietas se quedan sin papá y sin abuelita”, comentó Alfonso con mucho pesar.

En la otra motocicleta viajaban dos primos, oriundos de la comunidad Utuñag en la parroquia El Altar. Uno se encuentra en estado crítico y con resguardo policial; mientras que el otro, Segundo Chauca, de 25 años, falleció.

El fiscal Hernández cree que entre los fallecidos estarían los conductores de las motos. PO