Alexis Sánchez y Arturo Vidal le dieron la victoria a Chile en su debut en la Copa Confederaciones ante un aguerrido Camerún, en un partido polémico, que estuvo marcado por las decisiones del videoarbitraje (VAR).

La entrada de Sánchez a los 15 minutos de la segunda parte fue clave para la victoria de la Roja, ya que fabricó los dos goles del partido.

Chile, bajo la batuta de Marcelo Díaz y de Arturo Vidal, el motor de la selección sudamericana, creó y desperdició numerosas ocasiones de gol en la apertura del encuentro, en la que dominó completamente a los “leones indomables”.

Cuando parecía que el gol de Chile estaba al caer, los africanos a base de pelotazos largos comenzaron a causar zozobra en las líneas defensivas de los hombre dirigidos por Juan Antonio Pizzi.

Poco a poco, a base de intentos de contragolpes, Camerún disminuyó el ímpetu rival.

Cuando se jugaban los primeros segundos del tiempo de compensación, Vargas anotó, pero la alegría duró lo que tardaron los responsables del VAR en enmendar la decisión del colegiado, que ya había señalado al centro del campo. Le sancionaron fuera de lugar.

La segunda parte comenzó distinta. Camerún adelantó líneas con el propósito de presionar más arriba y disputar la posesión.

Así, el entrenador de La Roja decidió echar toda la carne asador y lanzó al campo a Alexis Sánchez, ausente del once inicial por una ligera lesión que tenía en la recta final de la temporada con el Arsenal.

La aparición del “niño maravilla” ayudó a Chile a aliviar la presión que ejercía Camerún, liderado por Christian Bassogog, poseedor de una zurda endiablada.

La tranquilidad para los chilenos llegó solamente en los minutos finales. Al 80, a pase de Sánchez, apareció Vidal para anotar con un cabezazo incontestable.

Y en los últimos segundos apareció nuevamente el VAR. Esta vez, para validar un gol de Vargas que había sido anulado por los jueces.

Tras una gran jugada de Alexis Sánchez, apareció Vargas para tomar el rebote y marcar. Le pitaron fuera de lugar pero dos minutos después le dieron el gol. Él festejó, pero ya no con la misma intensidad.