La madrugada del miércoles 13 de marzo de 2024, la Policía peruana realizó 28 allanamientos en cuatro ciudades: Lima, Piura, Tumbes y Cajamarca. El operativo logró la aprehensión de 18 personas, presuntos integrantes de la organización criminal Los abastecedores de Ventanilla y Callao, la cual se dedica al tráfico y blanqueo de armas de fuego.

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Durante el operativo, el fiscal coordinador contra el Crimen Organizado, Jorge Chávez Cotrina, informó que una de las armas vendidas por esta organización delictiva habría sido utilizada en el asesinato del candidato presidencial de Ecuador, Fernando Villavicencio.

"La información que maneja la Fiscalía contra el crimen organizado es que alrededor de unas 50 armas habrían sido llevadas a Ecuador y también se tiene información que una de ellas sirvió para el asesinato del excandidato presidencial. Estamos en contacto con las autoridades ecuatorianas para intercambiar la información correspondiente. De acuerdo a las investigaciones esta banda delictiva importaba las armas y luego las vendían, pero hacían como que se les habían perdido o robado, incluso ponían la denuncia", explicó el funcionario.

Villavicencio, de 50 años, fue asesinado a tiros cuando salía de un evento de campaña, la noche del miércoles 9 de agosto de 2023. El crimen ocurrió en un recinto escolar del centro norte de Quito, a 11 días de las elecciones.

Después del hecho de sangre, fuentes policiales revelaron que al menos una de las armas que sicarios colombianos utilizaron para matar al excandidato presidencial era de origen peruano.

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Así operaban

Según las investigaciones de la Policía y Fiscalía del vecino país, esta banda delictiva estaba dirigida por Jorge Humberto Lamela Villanueva, conocido con el alías de Lamela y por Melchor Edgar Sanjinez Cabrera, alias Edgar.

La Policía peruana reveló a los medios locales que Lamela Villanueva, era quien financiaba la compra de las armas de fuego a través de Roberto Carlos Sanjinez Pardo, alías Armero; mientras que Sanjinez Cabrera se dedica a la venta de las armas y municiones utilizando su empresa como fachada, especialmente en las ciudades de Tumbes, Piura, Cajamarca y Lima.

Una de las formas de operar de esta organización criminal era captar personas de escasos recursos con la finalidad de que tramiten y obtengan la licencia de uso de armas, para lo cual les proporcionaban algunos documentos como certificados de deportista.

Luego realizaban la compra de una a más armas de fuego, la cual era financiada por alias Lamela, una vez concretada la compra del arma, estas eran entregadas a otros integrantes de la organización.

Finalmente, denunciaban la supuesta pérdida o robo del armamento, con el propósito final de insertarlas en la delincuencia común, el crimen organizado, tanto a nivel nacional como internacional.

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