Si las opciones de ganar la segunda etapa ya eran escasas para Barcelona, luego del empate en casa ayer ante Independiente del Valle también se complica su ingreso a la Copa Libertadores de América del próximo año, por la tabla acumulada.

Los canarios van para tres meses sin obtener un triunfo en el Monumental. La última vez que gozaron de una victoria en el Coloso del Salado fue el 21 de julio ante Fuerza Amarilla. Esta es una de las razones para que a nivel interno esté cerca de quedarse con las manos vacías.

Lo mostrado anoche por el campeón ecuatoriano tuvo dos caras. Un primer tiempo impreciso en el que Ariel Nahuelpán se mostró errático, en parte por la nula producción en la zona de volantes, donde Richard Calderón careció de visión de juego para habilitar a los ofensivos.

Los de Sangolquí, por su parte, aprovecharon las desatenciones en la aplicación de los amarillos. Así fue que los visitantes se pusieron en ventaja luego de que el zaguero canario Luis Caicedo perdiera la marca y el argentino Maximiliano Barreiro anotó el primer gol del compromiso.

Luego, los dirigidos por Guillermo Almada intentaron emparejar el marcador, pero Independiente del Valle no solo que se adueñaba de la pelota y le apostaba al contragolpe, sino que los locales se mostraban imprecisos en los pases.

Para la complementaria, el ingreso de Damián Díaz le aportó esa cuota futbolística que le hacía falta a Barcelona y de sus pies, en una pelota quieta, nació el gol de Xavier Arreaga, uno de los puntos más altos del Ídolo.

Pese a los múltiples intentos generados por la mejoría de Barcelona, el conjunto de Sangolquí supo defenderse y consiguió sumar un punto y restarle la posibilidad de sumar dos a los locales, que ahora apuntan a ganar la Copa Libertadores de este año para asegurar su presencia en la próxima edición del torneo continental.