Confundido y lleno de miedo, un artesano se sorprendió con lo que encontró en una gran bolsa. “Iba a regar un pequeño sembrío de maíz, cuando vi un bulto, me acerqué a revisar y casi me desmayo al ver que era un muerto”, dijo nervioso el hombre que descubrió el cadáver de Carlos Javier Castañeda Morales, quien fue reportado como desaparecido 24 horas antes, por sus allegados.

La víctima, de 41 años, salió en su vehículo el pasado viernes 17 de marzo y no regresó a casa. Esto alarmó a sus familiares, y desde ese día, realizaron una campaña en redes sociales para localizarlo. Quienes conocían a la víctima empezaron a difundir la fotografía del desaparecido.

La búsqueda se emprendió por toda la Península y luego se informó que el carro de Castañeda Morales había sido localizado cerca del cantón La Libertad, en la parte de atrás del autódromo, en el sector barrial Los Ficus.

El domingo 19 de marzo, en la misma área donde se halló el vehículo, a pocos metros de distancia estaba el cadáver. Según fuentes oficiales, el cadáver de Carlos lo habían dejado boca abajo y escondido entre unos arbustos. Carlos no tenía signos de violencia.

Por el intenso calor, el cuerpo se había hinchado y después comenzó a descomponerse. Los peritos establecieron que tenía alrededor de 24 horas de haber fallecido. No tenía sus pertenencias y solo le habían dejado los documentos de identificación. El deceso de Castañeda Morales es un misterio, los peritos esperan determinar la real causa del hecho, hasta el momento la principal hipótesis es que habría sido drogado para robarle y fueron a dejar botado su cadáver.

“Por aquí es un lugar desolado y en la noche muy oscuro, ya en otras ocasiones también se han encontrado personas asesinadas en esta área. La policía pocas veces pasa por este sector”, aseveró el morador Fernando Flores.