Al camarón no le será difícil duplicar los 800 millones de libras que exporta al año. Tiene de todo: tecnología, inversión e investigación. Y dos mercados a los cuales entrará derribando las barreras sanitarias que le han impuesto.

Para esto ha dado los primeros pasos. Mañana pondrá una queja contra Brasil por las restricciones que no le permiten a Ecuador vender 100 millones de libras anuales. El centro de litigio es la Organización Mundial de Comercio (OMC), donde en el año 96 sentó a la Unión Europea por las restricciones que el bloque le ponía al banano.

Ecuador presentará ante el Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, en la reunión del día 27 y 28 de octubre, la preocupación ante las medidas de Brasil relativas al camarón, “ya que son ilegales”.

“Brasil tiene un déficit de casi 100 millones de libras y sacrifican a su gente a pagar un camarón caro por no dejar que entre el camarón de Ecuador”, señaló a Diario EXPRESO el presidente ejecutivo de la Cámara de Acuacultura, José Antonio Camposano, mientras se desarrolla el XVIII Congreso Ecuatoriano de Acuicultura y la feria Aquaexpo.

Se trata de un paso previo a un litigio que a la vez llevaría a la conformación de un panel que dirima la controversia.

Hace siete años el Gobierno de Brasil aplicó medidas sanitaria “antitécnicas que irrespetan todas las normas de la OMC y este es el primer llamado de atención, en el siguiente nos vamos a un panel”.

La otra mirada está puesta en México. “Estoy haciendo el pedido oficial para que el que siga sea México, porque ha inventado una medida sanitaria para impedir que un país entre. Estamos activando mecanismos que nos permiten abrir mercados”, dice Camposano.

Ecuador agotó las instancias diplomáticas, técnicas y del sector privado, por lo que el Ministerio de Comercio Exterior activó los mecanismos de defensa ante la OMC. En marzo se cumplen, con México, dos años de restricción.

Con las inversiones en investigación y sistemas nuevos de alimentación, cosechas automáticas para mejorar el rendimiento en las empacadoras o mantenimiento de la base genética, Ecuador ha crecido a una tasa aproximada del 12 al 15 % anual en exportación, pero “si se aprieta el acelerador a este salto tecnológico, a esta política industrial, podemos duplicar la producción actual en un lapso no mayor a 10 años”.

Antonio Ochoa Acosta, principal de la compañía mexicana IOSA, ya tiene un socio local y planea construir aquí, en los próximos años, las máquinas cosechadoras automáticas.

Desde el año pasado el negocio se potencializó y ahora el sistema lo aplican varias empresas. Los beneficios: 10 % más de calidad y menos costos.