La lección se aprendió. El Gobierno presentó una propuesta de reforma económica primero hablada con los diferentes actores políticos representados en la Legislatura, y no como lo hizo con el proyecto de Crecimiento Económico que fue negado y archivado por el pleno de la Asamblea el pasado 17 de noviembre, en gran medida, porque todos consideraron que era una imposición y que incluso lo que se buscaba era que entre por el Ministerio de la Ley sin un debate previo sobre su contenido, con más de 404 artículos. 

Eso se evidenció desde que la propuesta llegó al Legislativo, en donde el ánimo para tratar el nuevo proyecto cambió en los bloques legislativos, que mostraron su predisposición a debatir un documento enfocado en una sola materia y con un articulado más corto, aún más considerando que muchos de los temas que traía el documento eran aspectos que ya se habían tratado en el primer proyecto del Ejecutivo.

¿Qué cambió? Los asambleístas de las diferentes bancadas afirmaron que el Gobierno “aprendió la lección” y tuvo un mayor acercamiento con el Legislativo. El principal actor de esto fue el ministro de Finanzas, Richard Martínez, quien mantuvo reuniones directas con los parlamentarios de los diferentes bloques. Contaron que al menos hubo cinco reuniones previas, en las que el secretario de Estado explicó en qué consistía el proyecto, cuál era el objetivo, qué se buscaba con él y a qué se destinarían los recursos que permita recaudar. El Gobierno ha dicho que se espera obtener al menos 700 millones de dólares este año y una cifra similar en 2021.

Relataron que en las reuniones hubo total apertura del representante del Gobierno para escuchar y recibir observaciones, e hizo compromisos para recoger varias de las propuestas que consideraren convenientes. 

“Luego de la reunión que mantuvimos con el ministro Martínez, se nos hizo llegar un borrador del proyecto para que lo revisáramos y diéramos nuestros criterios antes del envío a la Asamblea”, reveló un legislador que quiso guardar la reserva.

Para ellos, el punto culminante de estos diálogos fue el acercamiento directo que se tuvo con el presidente de la República, Lenín Moreno, en Carondelet. En esa reunión, el jefe de Estado explicó el contenido del proyecto y la expectativa que tenía el Gobierno de que sea aprobado este mismo año, por las actuales necesidades económicas.

Diálogos que han provocado que en la Asamblea se viva otro ambiente, incluso en los bloques opositores como son los correístas y socialcristianos, que impulsaron la negativa del proyecto de Crecimiento Económico.

Ahora estos grupos, durante el primer debate que se cumplió ayer, se mostraron más abiertos, Si bien no están de acuerdo en todo, ya no hablan de negación, y plantean que el proyecto en su tratamiento en segundo debate se vote de forma separada lo que son impuestos y lo que son exoneraciones y beneficios tributarios, para darle una salida a la propuesta gubernamental.

Los que sí se muestran cohesionados son los del acuerdo legislativo que se conformó en mayo pasado, que ayer en el debate volvieron a respaldar la iniciativa del Gobierno, dejando en claro que lo que se busca es que quien más tiene, más pague. Criterio con el que coincidieron los asambleístas de SUMA e independientes.

La reforma se tramitó en primera

El pleno de la Asamblea Nacional tramitó el primer debate del proyecto de reforma tributaria que envió el Ejecutivo con el carácter de urgente en materia económica. 

En la discusión se hizo una diferenciación en el tema de impuestos y el respaldo a la eliminación del anticipo a la renta, la remisión de intereses a crédito educativo y el régimen simplificado para el agro. 

Cerrado el debate, el proyecto regresó a la comisión, que tiene hasta el martes para preparar el informe de segundo debate que se cumpliría el 6 de diciembre.