El aumento del presupuesto para la educación pluricultural avivó el sentir de inconformidad y desacuerdo en los grupos sociales que han demandado, en varias ocasiones, cambios estructurales en la educación pública del país. Al punto de considerar la decisión de la administración de Guillermo Lasso como una “medida parche” que sobrevuela la realidad de las instituciones educativas del país.

“Han tomado una decisión para tratar de resolver un problema en específico, cuando hay necesidades estructurales”, diagnostica Renata Castillo, directora de la carrera de Educación de la Universidad San Francisco de Quito, y enumera las falencias que, a decir de ella, necesitan ser atendidas con la misma prontitud con la que el Gobierno atendió las necesidades de la educación intercultural, como capacitar a los docentes, mejorar las infraestructura de las escuelas y resarcir la falta de profesores y cupos en las instituciones educativas.

Según Rómulo Antun, titular de la Secretaría de la Educación Intercultural Bilingüe y la Etnoeducación, adscrita al Ministerio de Educación desde 2018, el nuevo presupuesto de 4,5 millones de dólares, que se les otorgó el pasado 18 de junio vía Decreto Ejecutivo N.° 456, como una de las medidas compensatorias para responder a las diez demandas de la Conaie, fue adjudicado en menos de 48 horas a la Secretaría “porque era parte de la planificación del año en curso, no por las protestas” lideradas por las organizaciones indígenas.

Hilario Beltrán, presidente de la Unión Nacional de Educadores, considera que el presupuesto asignado es un aliciente para la educación intercultural bilingüe del país, pero también lo ve como “un parche” en medio de la problemática estructural que aqueja a una pieza clave de la educación pública: los docentes.

“El magisterio también quiere ser escuchado y recibir un sueldo digno, por eso hicimos hasta huelga de hambre. Ahora que la Corte Constitucional aprobó la equiparación salarial para los docentes, el presidente pide un informe de la sentencia para dilatar el proceso. Nos sigue dando la espalda. De qué sirve que invierta en puntualidades, si una de las problemáticas más acuciante no es resuelta”, analiza Beltrán.

En este contexto, la ministra de Educación, María Brown, respondió a EXPRESO que problemas como los que enlistaron Castillo y Beltrán no son un secreto. Pero asegura que en un año de gestión y “ trabajos titánicos” se ha logrado intervenir el 50 % de las instituciones en el país, así como la construcción de siete nuevas entidades educativas para resarcir el hacinamientos de alumnos en algunas localidades. Sobre la equiparación salarial, Brown señaló que “se está a la espera de que la Corte Constitucional dé respuesta sobre los mecanismos de implementación de la norma para, después de su registro, empezar su implementación”.

Antun mencionó que la Secretaría (ente encargado del programa intercultural que acoge a 155.818 estudiantes de educación inicial, básica y bachillerato) destinará el nuevo presupuesto a la creación de oficinas zonales para atender a las 14 nacionalidades del país, la contratación de nuevos docentes investigadores, la compra de material didáctico y en la reestructuración parcial de las instituciones educativas.