Que se repitan las elecciones. A eso apunta la denuncia que presentó el principal de Market Blasco Peñaherrera en la Fiscalía de Pichincha. Al sitio llegó portando al menos seis cajas con actas que contendrían inconsistencias en el número y cuyas diferencias quedaron registradas en esos documentos.

Inicialmente dijo que se han detectado anomalías en las dignidades de Quito y otros cantones así como de Guayas, Guayaquil y otros sitios. En esos, Peñaherrera espera que se repitan las elecciones. Dijo que en Quito existirían al menos 5.950 actas con posibles inconsistencias que se están revisando y verificando. 

Admitió que seguramente la investigación en la Fiscalía tomará algún tiempo. Pero no se quedará de brazos cruzados. Este mismo lunes 6 de marzo anunció que acudirá al Consejo nacional Electoral (CNE) a presentar un reclamo como ciudadano y "voy a adjuntar toda la evidencia que tengo y vamos a exigir todos que las elecciones se anulen y que se convoquen un nuevo proceso electoral porque no existe otra manera de dar transparencia al sistema".

Además aseguró que "la elección de 5 de febrero lamentablemente está enlodada, lamentablemente no representa la voluntad popular como es nuestra obligación votar es la obligación y la responsabilidad de las autoridades del CNE garantizar que ese sufragio, que ese voto, que ese proceso electoral sea transparente y libre".

Destacó que en el Código de la Democracia hay un capítulo que habla sobre el fraude electoral y la manipulación de documentos, actas o papeletas y eso daría paso a la nulidad del proceso y a la convocatoria inmediata a uno nuevo. 

El pedido es por nuevas elecciones en Quito, Mejía, en Guayas, en Guayaquil, en Ambato y todos los cantones y probablemente en Azuay así como en todos los lugares en donde se compruebe la elección fraudulenta.

Afirmó que en el caso no hay error humano sino "un intento de una gran sapada, de una mano negra que está tratando de nombrar a dedo a sus candidatos, en complicidad con otras organizaciones políticas que permitieron esto".

La semana pasada el CNE ya le respondió al encuestador. "El CNE expresa su rotundo rechazo, en virtud de que no tienen ningún sustento técnico y carecen de absoluto conocimiento de la normativa electoral".

Según el organismo, ese tipo de expresiones sólo buscan afectar la legitimidad del proceso electoral y "no constituyen información oficial, ni mucho menos es el reflejo de la voluntad expresada por los ecuatorianos en las urnas el pasado 5 de febrero".