
El barrio Orellana esta en penumbras
Varias luminarias están dañadas. Los moradores no han recibido respuesta. En los últimos meses, EXPRESO ha reportado casos similares en las peatonales de Urdesa y el sector del parque lineal de Kennedy Norte.
Primero fue una luminaria, luego dos. En cuestión de un mes, casi como un acto sincronizado, el barrio Orellana se fue quedando a oscuras.
Con más de diez faros apagados o titilando, la zozobra se fue instalando en las pintorescas calles del céntrico vecindario. La inseguridad también llegó con ella.
“Hemos tenido varios conatos de asalto y arranchones. Aquí viven más de 25 familias y hay muchos jóvenes que toman los buses que pasan por aquí. Mientras más tiempo dura esta la situación, la inseguridad empeorará”, señaló Johnny Merchán, residente del sector.
Los estudiantes universitarios también dicen estar en riesgo. Al dejar las aulas en horas de la noche, muchos de ellos deben recorrer el barrio para subirse a las unidades de transporte que pasan por las calles Padre Solano, Luis Urdaneta o Alejo Lascano.
Para Jenny Flores, el temor se volvió insostenible a mediados de la semana pasada, cuando a una de sus compañeras de curso le robaron el celular en una esquina. “Es más fácil para los delincuentes ocultarse cuando no hay luz. Ya no camino sola por aquí. Le pido siempre a algún amigo que me acompañe”, relató.
La reparación de las luminarias, sin embargo, se ha convertido en un calvario para los moradores y propietarios de negocios en la zona.
Primero debieron determinar quién tenía la tutela de los faros afectados. La Empresa Eléctrica se desligó de ellos al tratarse de una zona regenerada. Finalmente, recibieron la confirmación de que estaban bajo la jurisdicción del Cabildo. Hasta ahora, no obstante, las solicitudes de reparación no han recibido respuesta.
Así lo indicó José Riofrío, dependiente de un establecimiento de comida. “Varias personas han ido al Municipio a pedir que vengan a revisar , pero hasta ahora nadie ha venido. A nosotros nos dijeron que entrará en el plan que tienen, pero no sabemos cuándo”.
Mientras tanto, a quienes viven y estudian en el sector no les queda más que apurar el paso y esperar lo mejor.
MTN