La casa de valores Atlántida (otrora Accival) presentó sus notas de descargo por su actuación en la negociación de facturas comerciales de las compañías Delcorp y Ecuagran, en liquidación.

“No hemos hecho nada más allá de lo que nos permite hacer la ley”, dijo la casa de valores en una presentación enviada a Diario EXPRESO; por lo que no hay una razón “para que la Superintendencia de Compañías mantenga una intervención sobre nuestra empresa”.

Atlántida muestra la comparecencia de Víctor Anchundia, superintendente de Compañías, ante la Fiscalía, según las cuales -dice la empresa en la presentación- no sustenta una intervención ni un posible delito de falsedad de información bursátil.

La empresa muestra también un oficio del Servicio de Rentas Internas (SRI) sobre las facturas comerciales de Delcorp emitidas entre los años 2018 y 2020; se trata de una contestación a un pedido de la Superintendencia de Compañías. Roxana Bustamante Trejo, delegada de la Dirección Zonal 8 del SRI, indica que Delcorp no ha sido objeto de determinación tributaria para los periodos fiscales 2018 y 2019. Adjunta los comprobantes de venta que han sido registrados en la base de datos que el SRI mantiene para el efecto.

“La información que utilizan todos los partícipes del mercado respecto a un emisor es exactamente la misma, por lo que el resultado final de una estructuración, en términos generales, va a ser el mismo, indistintamente de quiénes sean los partícipes de una emisión. Las casas de valores no producen los estados financieros ni los documentos legales de los emisores, lo cual es solo de responsabilidad de las propias compañías emisoras”.

Es decir, son las empresas que emiten y las autoridades las responsables de una posible falsedad de información.

Los artículos 57 y 58 del Código Orgánico Monetario y Financiero, libro II de la Ley del Mercado de Valores, señala las responsabilidades de las casas de valores. “Toda orden para efectuar una operación bursátil se entenderá respecto a la casa de valores y de los comitentes, efectuada sobre la base que estos quedan sujetos a los reglamentos de la bolsa respectiva”.

Es por tanto, la Superintendencia, se indica, la encargada de llevar a cabo el control y seguimiento de los emisores; solos los títulos aprobados por la entidad de control pueden salir al mercado de valores.

En 15 años Atlántida (antes Accival) ha negociado más de 5.000 millones de dólares. En 2018 el Isspol representó el 15 % de un portafolio de 742 millones, según los datos estadísticos de la compañía.

• Un monto de 63,4 millones de dólares es el saldo a pagar de las empresas Delcorp y Ecuagran, en liquidación. 
• La calificadora de riesgo Summa Ratings calificó como AA+ las facturas comerciales de Ecuagran y Delcorp.
• Según Atlántida, los únicos beneficiarios de los recursos de los inversionistas fueron las empresas de Gad Goldstein.

¿Qué pueden hacer las casas de valores? Operar de acuerdo a los comitentes del mercado bursátil; administrar portafolio o dineros de terceros para invertirlos en instrumentos del mercado de valores, así como dar asesoría, información y prestar servicios de consultoría en materia de negociación y estructuración de portafolios.

El artículo 18 enumera 15 facultades y, según Atlántida, la legislación ecuatoriana no establece ninguna obligación de parte de las casas de valores respecto a inspeccionar, controlar o hacer seguimiento a la información económica o financiera de sus mandantes.

Es decir, entre sus obligaciones no está la de brindar el servicio de asesoría a sus clientes, recuerda la casa de valores. Esa es solo una facultad.

Atlántida destaca que ha sido auditada por la firma internacional Kroll. Se trata de un informe forense del 9 de julio de 2021. Este es el primer proveedor mundial de servicios relacionados con gobernanza, riesgo y transparencia.