Dos explosiones ocurridas a la 1:00 de este jueves 15 de junio sacaron de sus domicilios a los pobladores de la avenida Vicente Piedrahita de Banife y de la ciudadela Multicentro, del noroeste del cantón Daule, provincia del Guayas.

En un asadero de pollos de la mencionada avenida, desconocidos lograron colar un artefacto explosivo en una de las puertas de ingreso del negocio y lo hicieron detonar, provocando  destrucción dentro del local.

Otro artefacto explotó a la misma hora, en una ferretería ubicada a 16 cuadras de allí. Los propietarios de estos locales, por miedo a represalias, no han dado declaraciones a los medios de comunicación y no han abierto nuevamente sus locales.

"Después de las 7 de la noche, nadie transita por las calles de nuestro cantón porque los asesinatos y atentados no paran. El alcalde y demás autoridades no hacen nada para frenar esta ola de delitos", comentó Erik, gerente de un centro comercial.

“Se anunció hace varios meses que los Infantes de Marina iban a ayudar a la policía de Daule a resguardar nuestra seguridad, pero hasta el momento nada de lo expresado por las autoridades se ha hecho”, detalló Pablo, propietario de un restaurante.

Los fiscales de la localidad presumen que estos atentados son mensajes de presión. Porque los propietarios de estos negocios se niegan a pagar las altas sumas de dinero que les exigen los extorsionadores de las bandas delictivas que se ha apoderado de la capital arrocera del Ecuador.

El jefe encargado del comando policial de Daule, Danny Herrera Zambrano, hasta el cierre de esta edición, no se había pronunciado sobre estos nuevos atentados que mantienen aterrorizados a todos los habitantes de este cantón. 

A las 13:40 de este jueves, a media cuadra del asadero de pollos que sufrió el atentado, varios delincuentes fuertemente armados ingresaron violentamente a un consultorio médico y asaltaron a todos los pacientes. 

Un ciudadano, por evitar el robo de sus pertenencias, resultó herido en la cabeza por un disparo de un arma de fuego que le propinaron los malandros, los cuales fugaron en dos motos, según testigos.

Los moradores cuestionaron el accionar de la policía, porque nadie de los uniformados, acudía al reporte del robo comunicado al sistema ECU911.