Se retira del mercado, pero no por las denuncias. Una semana después de que la compañía británica AstraZeneca reconociera, a través de documentos judiciales que su vacuna Vaxzevria contra el COVID-19, puede ocasionar el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) en casos extremadamente raros, la Comisión Europea dio luz verde a la solicitud del laboratorio de retirar este antídoto del mercado. Esta petición le realizó el laboratorio el pasado 5 de marzo de 2024, y desde el próximo 7 de mayo entrará en vigencia. 

Desde la filial española del AstraZeneca, a través de un comunicado oficial, se manifestó orgullo por el "papel que desempeñó la vacuna Vaxzevria para poner fin a la pandemia de la COVID a nivel mundial. Según estimaciones independientes, solo en el primer año de uso se salvaron más de 6,5 millones de vidas y se suministraron más de 3.000 millones de dosis en todo el mundo".

Sin embargo, AstraZeneca justificó su decisión de retirar el fármaco de las Unión Europea en un excedente, descartando que sea por los procesos judiciales que se han abierto estos meses a raíz de los efectos secundarios. "Dado que se han desarrollado múltiples vacunas actualizadas para variantes de COVID-19, ahora hay un excedente de vacunas disponibles. Esto ha provocado una disminución en la demanda de Vaxzervria, que ya no se fabrica ni suministra".

¿Qué es la trombosis con trombocitopenia o TTS?

El síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) consiste en la formación de coágulos sanguíneos acompañados de un bajo conteo de plaquetas, de acuerdo con una publicación del medio Infobae.

Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés) explican que las plaquetas, o trombocitos, son células vitales para el proceso de coagulación. Cuando una persona sufre una lesión, los coágulos formados por estas células son responsables de detener el sangrado y cerrar las heridas.

Un recuento de plaquetas por debajo de 150.000 aumenta la probabilidad de hemorragias, las cuales pueden aparecer tanto internamente como en la piel. La gravedad de estas hemorragias se intensifica conforme el recuento de plaquetas disminuye, siendo potencialmente mortales, sobre todo si afectan al cerebro.

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