Llevaba siete años evitando a la Justicia. Y con razón. Tal y como auguraba en 2012, cuando decidió buscar refugio en la embajada de Ecuador en Londres para no responder por las acusaciones de abuso sexual, Julian Assange tendría que responder por sus actos ante las autoridades. Ayer, fue condenado a 50 semanas de prisión precisamente por escapar y violar las medidas cautelares que le fueron impuestas en su día.

Pasará casi un año en la cárcel por orden de los tribunales británicos. Es el primer golpe judicial para el australiano y hoy, día clave para él, además se decidirá sobre la petición de extradición cursada por Estados Unidos, uno de sus mayores temores. El proceso puede durar más de dos años.

El hacker más famoso del planeta ha mantenido al entrar en el juzgado el mismo tono desafiante -puño en alto- que mostró al salir de la embajada de Ecuador en Londres, donde había permanecido siete años recluido. Su aspecto, sin embargo, era otro. De nuevo con el pelo corto y barba rasurada, camiseta gris y chaqueta oscura, Assange ya no presentaba la imagen de alguien que se hubiera abandonado. Unos pocos seguidores concentrados a las puertas del juzgado de Southwark, y en la galería reservada para el público, han proferido gritos de apoyo. “Vergüenza”, exclamaron algunos al escuchar la sentencia de la jueza Deborah Taylor.

El abogado de Assange, Mark Summers, ha leído poco antes una carta de su cliente con la que intentó mitigar la decisión de la justicia: “Hice en su momento lo que consideré mejor y quizá lo único que podía hacer, con la esperanza de que pudiera alcanzarse un acuerdo legal entre los Gobiernos de Ecuador y Suecia que me protegiera de mis peores temores. Lamento el camino que decidí tomar”. La jueza británica no se conmovió y aplicó la pena máxima.

Para saber

Extradición

Julian Assange debe comparecer hoy ante el juez londinense de Westminster para que se decida sobre su extradición.

Solicitud

Washington ya ha tramitado formalmente la petición de extradición. El proceso puede durar hasta dos años.

Suecia. En 2012, tras perder todas las acciones para no ser extraditado a Suecia por dos causas de abuso, se refugió en la embajada.