E n el último feriado viajé a Salinas y me alojé en un departamento en Punta Carnero frente al mar. La brisa era fresca, agradable y continua; mientras estuve 3 días nunca dejó el aire de soplar, fue perenne su fluir día y noche. Eso me dejó pensando que sería de mucha importancia su aprovechamiento para transformarlo en energía eólica que es uno de los recursos energéticos que debería ser explotado en beneficio de los ecuatorianos, por ser una energía eficiente, renovable y barata. La semana anterior al feriado había estado en General Villamil Playas y el aire era igual de fresco, perenne como cualquier ventilador inapagable. Toda la Costa ecuatoriana se podría beneficiar de esta energía eólica.

Ing. Fernando Córdova Vásquez