Diana Caiza, después de 202 años de historia de Ambato, se convirtió en la primera alcaldesa de la capital de la provincia de Tungurahua. Desde el lunes 15 de mayo empezó a ejercer su actividad, después de la posesión ancestral y tradicional.

Los pueblos indígenas de Tungurahua y los mestizos le entregaron los bastones de mando que representan el respeto y a la vez el apoyo a su gestión. Llegó acompañada de su familia, el lunes 15 de mayo pasado.

Más de 500 personas acudieron al programa donde estuvieron invitados de honor como Nina Pacari y el cantante indígena colombiano Harín ‘El Indio’. El programa estuvo colmado de simbolismo con el ritual ancestral y la pampamesa, la comida comunitaria.

Diana Caiza es indígena y nació en la comunidad Chibuleo. En su adolescencia se dedicó a las tareas del campo y a comercializar los productos en los días de feria en las calles de Ambato. Trabajaba y estudiaba. Se graduó de ingeniera comercial y tiene una maestría en Administración de las Organizaciones de la Economía Popular y Solidaria. Es empresaria y madre de tres hijos, de 4, 11 y 17 de edad. Su esposo Rodrigo Llambo es gerente de una cooperativa de ahorros en la ciudad.

En su discurso, Diana Caiza se comprometió a trabajar por mantener la unidad y en especial convertir a Ambato en un referente comercial, buscando el orden, pero con dignidad.

Uno de los principales retos que tiene la alcaldesa de la ciudad es reducir el comercio informal, organizar a los vendedores autónomos. Ella vivió en carne propia la informalidad, por la falta de oportunidad para ingresar a los mercados, comentó a diario EXPRESO en tiempo de campaña. Se estima que en las calles de Ambato laboran más de 5 mil comerciantes autónomos.

Para Agustín Sánchez especialista en desarrollo local, el Municipio debe acondicionar espacios adecuados para que puedan vender los productos. 

“Controlando la informalidad también se aísla a las mafias. Todo este proceso debe estar acompañado por normativas específicas y un Plan de Uso y Gestión de Suelo. Más que la fuerza debería utilizar la inteligencia”, sostuvo Sánchez.