Alternativa para la agroindustria

El desarrollo de la agricultura a gran escala en el Ecuador desde los años sesenta nos llevó a una falla de visión productiva. La necesidad de producir más para cubrir demanda de alimentos para consumo y exportación, y la inducción de las transnacionales vendedoras de insumos químicos, nos llevo al monocultivo. En las antiguas Unidades de Producción Agrícolas (UPA) podíamos encontrar variedad de productos para el consumo de la familia y para la venta a los mercados locales.

Estaba asegurada así la alimentación de nuestro país, pero por el monocultivo perdieron su capacidad de producir variedad de alimentos, lo cual vino en desmedro de su propia capacidad de proveerse y de proveer variedad a los mercados locales. Al haber sobreproducción de ciertos productos agrícolas la demanda baja y así los precios, lo que ha llevado al sector agropecuario a una sistemática quiebra económica y fortalecimiento financiero de la intermediación.

Una buena opción para combatir la desnutrición y la pobreza en campo y cuidad es la producción de camote (Ipomoea batatas). Tanto en la alimentación humana como animal, la agroindustria y la industria automotriz, es de gran versatilidad en sus usos. La FAO ha determinado que la ingesta de 100 gr. diarios combate radicalmente la desnutrición; es un producto económico de fácil acceso. La gastronomía ecuatoriana lo ha utilizado siempre en todo tipo de platos, desde asado hasta la deliciosa torta y hoy ya se comercializa y se exporta en ‘snack’ (chifle de camote).

Se podría convertir en el producto estrella de la agroindustria, ya que se extrae de él de forma artesanal alcohol, almidón y harina de manera más económica; es de fácil manejo agrícola, requiriendo muy poco riego y casi nada de fertilización. La harina puede ser base para la industria balanceadora nacional y mundial, podría suplantar las harinas de maíz, mucho más costosas. Japón, para la industria automotriz y alimenticia demanda 20’000.000 TM/año.

Pedro Jijón O.