
El agua potable llega al 36 % de la poblacion de la isla Puna
Los habitantes aseguran que aún no se la puede consumir. La tecnología usada es más cara, pero no afectará el valor de la planilla, dicen las autoridades.
El viaje con galones de agua salobre sobre sus hombros que Jorge Sánchez, puneño de nacimiento, repitió durante 75 años para proveerse del líquido ha terminado, piensa el pescador. Eso, luego de que ayer se inaugurara la planta desalinizadora de agua para consumo humano en la isla Puná.
“Con un tarro y una cuerda nos tocaba recoger el agua del pozo y cargarla hasta la casa. Así todos los días. Luego pusieron un tanque más cerca de la cabecera parroquial, pero igualmente el sabor del agua es bien feo, no sirve para beber”, dijo Sánchez.
La historia de este pescador es un reflejo de cómo se abastecían de líquido los puneños, quienes por décadas captaron agua desde dos pozos someros, que producían 7 litros de agua salobre, no apta para el consumo humano.
Con la nueva planta de tratamiento de agua, Fréderic Certain, director de la concesionaria Interagua, aseguró que son cerca de 5.000 los habitantes de la cabecera cantonal beneficiados. Aun así, faltarían 14.000 personas por abastecer, que conforman la isla, según cifras de la Junta Parroquial de Puná. Eso significa que el 64 % de la parroquia rural de Guayaquil todavía carece del servicio básico.
Mariana Asencio, una puneña que de 30 años aproximadamente, agradece que a su hogar sí llegue el abastecimiento de la planta potabilizadora, pero se preocupa por quienes aún no lo tienen. “La vida es bien difícil sin agua. Aquí el agua no sirve para beber, peor en los recintos. Allá el agua no solo es salobre, también es sucia. Sería bueno que pronto también llegue agua para ellos”.
Por ahora, según Certain, los hogares se abastecerán durante cinco a ocho horas al día. Él explica que esto se debe a que esta primera fase de la obra implica la captación de un pozo que proporciona un caudal limitado de agua. “Dentro de 12 meses se llevará a cabo la segunda fase, en la que se desalinizará agua directamente del mar. Con eso podremos cumplir las 24 horas de abastecimiento para Puná”, sostuvo.
La tecnología de ósmosis inversa, que será usada para la purificación del agua en Puná, es más costosa, explicó Certain. No obstante, aseguró que el costo de las planillas no será superior al de Guayaquil, sino igual. Además, mencionó que durante los próximos dos meses no se cobrarán las planillas.
“Se establecerá un pago por rangos. El que consume menos pagará poco y el que consume más tendrá un valor mayor. Aunque aquí la gente consume poco, suponemos que será un promedio de $ 0,35 lo que pagarán por cada metro cúbico”, indicó.
A Sánchez no le preocupa el costo del agua, puesto que piensa que “valdrá la penar pagar por agua directamente del grifo y no volver a cargar galones y galones”. Al puneño Hipólito Reyes también le resulta reconfortante saber que ya no cargará agua, pero le inquieta el costo. “No se sabe lo que pasará. También tememos que, como sucedió con la luz, que la gente pasó a pagar de $ 3 a $ 30; lo mismo pueda pasar con el agua. Esperemos que no sea así”, destacó. Se refiere al aumento de las planillas de energía ocurrido hace un par de meses.
Por el momento no se puede consumir el agua potable de la planta que fluye por las llaves, dijeron a este medio varios habitantes de la isla. Esto responde a que, por ahora, siguen haciendo pruebas. “Dentro de unas dos semanas terminaremos de afinar detalles”, argumentó Aracely Tapia, supervisora de la planta desalinizadora. Esto, aunque las autoridades aseguraron que desde ayer el agua ya estaba disponible para el consumo.
Al evento asistieron la alcaldesa Cynthia Viteri; el exalcalde Jaime Nebot; el embajador y cónsul de Francia, Jean Baptiste Chauvin y Thierry Souët, respectivamente; así como directivos de la Empresa Pública Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapag); la viceprefecta del Guayas, Susana González; y los concejales Luis Almeida y Luis Murillo.
La planta recién estrenada, que costó $ 4’729.621, inició su construcción en el 2018, y en su fabricación se usaron filtros rotatorios, un equipo de ósmosis inversa, filtros de carbón activado y equipos periféricos que fueron construidos en España, México y Suecia, entre otros sistemas.
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Un hospital, una lancha y un techado
La alcaldesa del cantón Guayaquil, Cynthia Viteri, aseguró que el próximo año se construirá el hospital del día para la isla Puná. Además, indicó que en los próximos días se pondrá a disposición una de las dos lanchas ambulancia para emergencias ofrecidas para esta parroquia. “La otra lancha llegará mediante un convenio con el Cuerpo de Bomberos el próximo año”, precisó. Asimismo, adelantó que ya está en proceso de construcción el techado de una cancha deportiva.