Hay adultos mayores que luchan por ganarse la vida de manera honrada y realizan diferentes actividades en las calles. Claro, muchos de ellos no deberían trabajar por su avanzada edad; sin embargo, prefieren seguir laborando hasta el último de sus días antes que pedir caridad o “molestar” a hijos y familiares para que los ayuden con los gastos de alimentación, medicinas, etc. En todo caso vale reconocer y aplaudir la actitud ejemplar de aquellos longevos que en lugar de hacer cosas indebidas (como ciertos pillos) se dedican a vender frutas, caramelos, agua en botellas plásticas o cualquier producto de consumo popular para poder sobrevivir.

Lic. Jhonny Muñoz Lima