Adriana Manzo participó en dramatizados como Isabela, La jaula y en la recordada revista Complicidades.

Adriana Manzo: “Yo soy actriz, no hago juicios de valor cuando me asignan un personaje”

La actriz, con 30 años de carrera, regresó a su ciudad natal luego de vivir muchos años en Quito.

Hace 30 años llamó la atención del público como integrante del musical La historia de la calle 10, y desde ahí mucha agua ha corrido bajo el puente. Adriana Manzo, quien además de la actuación posee talento para las ventas y la conducción de televisión (presentó la revista Complicidades en Ecuavisa), luego de establecerse por muchos años en Quito, está de regreso a su natal Guayaquil.

Hace poco la vimos como la abogada enamorada de Carla Vaca Galindo (personaje interpretado por Érika Vélez) en Tres familias y hace poco, en el teatro, dio vida a Elmira, uno de los personajes de Tartufo, la clásica obra de Molière.

“Yo soy actriz, a mí me dan un personaje y lo hago, no hago ningún juicio de valor, solo lo interpreto”, dice Adriana, quien rodó el filme 303, Rescate a la familia que habla de la violencia en el hogar. Ahora se suma al elenco de Sharon, la hechicera, la nueva producción del Canal del Cerro, dando vida a la suegra del villano Damián Monroy, personaje caracterizado por Santiago Carpio.

“Trabajar con él es lindo, un gran compañero, generoso en escena”. De su papel como Doña Piedad, en esta novela, explica que es una señora de la alta sociedad, llena de prejuicios, aferrada a una religión y que vive del qué dirán.

“Son seres que no son libres, viven atados, hay unos diálogos muy entretenidos con Cinthya Coppiano, quien es mi hija en el dramatizado”. De su regreso al Puerto Principal asegura que se dio de una forma natural, nada forzada, pero eso no implica que sea definitivo.

De hecho mantiene su departamento en Quito, una ciudad que la acogió desde 1990 cuando grabó La jaula, al lado de Ricardo Williams y Rosa Victoria Pardo. “Allá me casé, tuve mis hijos, me divorcié, volví acá y nuevamente me fui a la capital. Han sido idas y venidas, adaptándome a los cambios, a la gente y a lo que vivas, no hay que resistirse”.

Si hay algo que aprendió de la vida esta actriz en todo este tiempo lo reduce en dos verbos: agradecer y amar. “Valoro a los amigos, familiares, hijos y compañeros de trabajo. Vibro con ellos y los veo en toda su grandeza. También lo hago con el señor que limpia los vidrios de un auto o el que recoge la basura, dándole las gracias, dime quién lo hace. Cuando desarrollas esa capacidad de amar, ves el universo que te rodea en grande, inclusive con aquellos que están errados, ciegos y dormidos con la realidad del mundo. Hay que darse ese chance, es maravilloso”, asevera la actriz.

Conócela

Actriz y presentadora de televisión nacida en Guayaquil. Se dio a conocer con la revista Complicidades y en dramatizados como Amor en tiempos de guerra, No quiero ser bella, Isabela, La jaula, Kandela y Pasado y confeso.