
9.500 tortugas gigantes reintroducidas en medio siglo
Todo inició en 1965 con programa de Crianza en Cautiverio en Galápagos
Desde hace más de medio siglo, las Islas Galápagos de Ecuador han sido testigo de una meticulosa historia de restauración y conservación, con la crianza y reintroducción en su hábitat natural de cerca de 9.500 tortugas terrestres gigantes, lo que ha devuelto vida y equilibrio a su ecosistema único en el mundo.
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Todo comenzó en 1965, cuando la Dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG) implementó el Programa de Crianza en Cautiverio de Tortugas Terrestres en respuesta a la drástica disminución de poblaciones de estos quelonios, especialmente en las islas Española y Pinzón, debido -principalmente- a la introducción de especies invasoras.
Se tiene conocimiento de al menos quince especies distintas de tortugas gigantes de Galápagos. Tres ya se extinguieron y el objetivo es evitar que las otras doce corran el mismo destino.
repatriación tras la crianza en cautiverio
Así, no fue hasta alrededor de 1970 -según dijo a EFE el Parque Nacional Galápagos- que comenzó la repatriación tras la crianza en cautiverio y el cumplimiento de otros procesos.
El programa comenzó con poblaciones de Pinzón, donde se registraban solo 22 individuos (chelonoidis duncanensis); y Española, con apenas 13 tortugas (chelonoidis hoodensis).
Árida, pequeña y de fácil acceso, la isla Española, situada en el sureste del archipiélago, perdió años atrás casi la totalidad de las tortugas principalmente a manos de piratas y balleneros que se abastecían de alimento en ese refugio y se llevaban en sus barcos a las tortugas gigantes que podían «sobrevivir hasta un año, o incluso más, sin comer ni beber».
Precisamente desde Española -según el Parque Nacional Galápagos- foráneos trasladaron, en 1933, una tortuga al Zoológico de San Diego (Estados Unidos), donde estuvo 40 años, hasta que fue repatriada al centro de crianza de la isla Santa Cruz, la más poblada del archipiélago, para sumarse, durante unos 40 años, al proyecto de reproducción en cautiverio.
Así, el ejemplar, que heredó el nombre del zoológico, esperó 87 años para -en 2020- volver a su hogar en Española con un linaje de 800 ejemplares.
Diego: 87 años en cautiverio y cientos de hijos. Él fue uno de las 15 tortugas de la especie chelonoidis hoodensis, que ayudaron a salvar la especie, que ahora supera los 2.300 ejemplares en Española y más de un millar en Pizón.
Aunque estas cifras puedan parecer modestas en comparación con otras especies, la salud de las poblaciones no se evalúa únicamente por su número, sino por la estructura poblacional y la capacidad de reproducción, según señaló el Parque Nacional de Galápagos.
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