Una espera que se prolonga. A pesar que el Gobierno hace un llamado a retomar la presencialidad en muchas de las actividades cotidianas de las personas, no todos los estudiantes pueden hacerlo. Principalmente, por el deterioro de la infraestructura de las unidades educativas fiscales.

Esa es la realidad de 178 escuelas y colegios a nivel nacional que, según los indicadores del Ministerio de Educación, no están aptas para el regreso presencial a clases y, por ende, deben mantenerse en la modalidad virtual que, como EXPRESO ha publicado, genera un déficit en el aprendizaje.

Uno de esos casos es el de la Unidad Educativa Otto Arosemena Gómez que, aunque desde enero de 2022 la cartera de Educación bosquejó un plan para su recuperación, aún no empieza los trabajos en su infraestructura. Misma que durante el confinamiento obligatorio por la pandemia fue vandalizada y saqueada. Maestros y padres de familia denunciaron que cables eléctricos, baterías sanitarias, puertas, baldosas, entre otras cosas, fueron robadas.

Cinco meses después, el panorama no ha cambiado. Es más, a pesar que muchos estudiantes  se reintegraron a las clases presenciales desde mayo pasado, los alumnos del Otto Arosemena se mantienen, principalmente, en la modalidad virtual.

Según el docente de la unidad educativa, Raúl Herrera, los profesores están trabajando vía telemática los lunes, miércoles y jueves. Mientras que los martes y viernes la jornada es presencial.

Sin embargo, indica que “no hay baños habilitados ni para los docentes” y que la infraestructura del colegio sigue deteriorándose. Asimismo, señala que “les han prometido a los padres (que sus hijos iban a) iniciar clases presenciales en tres semanas” en aulas móviles y que se ubicarían baterías higiénicas por el momento “y nada” hasta ahora.

Por su parte, la presidenta del Comité de Padres de Familia, Simoned Quintero, indica que conocen que “el contratista ya fue adjudicado”, pero que los trabajos aún no han empezado en la unidad educativa.

También señala que, desde marzo pasado, se les informó a los padres que ya estaba el presupuesto para los trabajos de readecuación. Pero que han sido postergados por “trámites burocráticos”.

Este Diario intentó concretar una entrevista y coordinar una visita a las instalaciones del colegio, sin embargo, el director de la unidad educativa, Juan Singre, indicó que él no es el autorizado para dar declaraciones. Por su parte, el distrito quedó en confirmar la visita. Han pasado tres semanas del pedido sin que exista respuesta.

Sin embargo, el subdirector de Administración Escolar, Juan Gabriel Casañaz, señala que comprende la preocupación de los docentes y padres, pero que en muchos casos “no son problemas que datan de este año” y que necesitan una intervención integral.

También indica que el malestar nace porque “(a los docentes les) falta conocimiento... sobre los temas de gestión administrativa del ministerio”.

Asimismo, indica que la cartera de Estado está atendiendo a 1.080 unidades educativas en el país y que se está beneficiando tanto a zonas rurales, urbanas y urbano marginales.

Sobre los trabajos en el Otto Arosemena, el subdirector de Administración Escolar indica que “se resolverá en unas dos semanas, en que verán que el contratista ya empieza sus trabajos”. Sin embargo, también señala que aún se encuentran adjudicando la obra.

Sobre la demora, explica que los procesos del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) “toman su tiempo” en una etapa administrativa.

Asimismo, indica que la presencialidad en unidades educativas como el Otto Arosemena recién llegará, en el mejor de los casos, para enero de 2023. Sin embargo, Casañaz hace hincapié en que poco a poco se van rehabilitando más escuelas y colegios en el país.